Vecinos de puerta
No llegué a tiempo para pujar, entre otras cosas porque no hubo puja. El banco de Santander acaba de engullirse a su colega el banco Popular, que ahora se ha hecho impopular, porque amenaza irse a la ruina. Los peces grandes siempre se comen las ilusiones y las esperanzas depositadas en el euro que los peces más chicos llevamos en el bolsillo, con el que pretendíamos poder efectuar la anhelada inversión bancaria. Esta vez no pudo ser. El Santander afila los dientes al segmento de las pequeñas y medianas empresas, sector en plena recuperación en el que banco Popular es líder. Las entidades financieras seguirán perteneciendo no al pueblo sino a los ricos. Gira el mundo gira, que no deja de dar vueltas y más vueltas, aunque no cesen las turbulencias: Jaime Botín, procesado por contrabando al querer vender en el extranjero un cuadro de Picasso; seis muertos y varios heridos por tiroteos en un asalto al Parlamento iraní; ataque de un hombre a punta de martillo a unos policías frente a la catedral de Notre Dame, en París, en donde a los yihadistas los tienen de vecinos de puerta. Toc toc.
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