La titulitis domina el ambiente
No hay duda que los trabajos que requieren titulación y además exigen una gran especialización, tendrán mejor proyección a ser retribuidos adecuadamente. Hasta aquí ningún reparo. La alta tecnología y robotización demandarán cada día más de gente mejor cualificada.
Pero, tal parece que ahí se acaban los denominados trabajadores (al menos los que tendrán un sueldo decente) ¡pero no! quedan millones de empleos manuales que alguien tienen que desarrollarlos ¿pretendemos que éstos sean simples esclavos de unos pocos acomodados con titulaciones? Titulaciones por cierto, muchas veces sacadas por ser hijos de quien son, mientras los hijos de los menos pudientes o por nacer en un entorno diferente, no han podido desarrollar todo su potencial intelectual, y tener ese título colgado de la pared; que según muchos sería el único pasaporte a un empleo decoroso. ¿Qué hacemos con esos que por consideraciones variopintas, no han podido alcanzar ni el marco para colgar? Los desechamos cómo hacemos con los refugiados, teniéndolos cómo simples escobas para uso y abuso personal.
Esos trabajos sin cualificación, baja cualificación o media cualificación son imprescindibles por ahora, y salvo que pretendamos exigir licenciatura para desempeñarlos; debemos (es el gobierno, Señora Bañez) ¿a quién pide usted que suba los salarios? ¿A la virgen del Rocio? ¡Ya sé! Son los empresarios, pero quien debe crear el marco legal exigible en derechos para que no abuse nadie de nadie, es esa reforma laboral que deben cambiar de inmediato, dando a sindicatos y a la negociación colectiva la atribución y legalidad obligada en toda democracia y estado de derecho que se precie.
Todo Ingeniero, científico, cirujano y cualquier individuo altamente cualificado; necesitan a su lado, de apoyo, complementando en su trabajo y modo de vida privada de otros menos cultivados, pero no menos necesarios: los que reparan y colocan el ascensor, por donde sube y baja en el trabajo y en su piso. Los que le reparan el coche. Los que limpian y desinfectan por donde pisan. Los que preparan y sirven comidas. Los que construyen las oficinas y sus viviendas: albañiles, fontaneros, electricistas, pintores, peones y vidrieros... en una palabra (señores políticos y sobretodo algunos contertulios con titulitis asociado a trabajador con derechos y dignidades) No es nueva ésta discusión, la valoración de puestos de trabajo la dan las necesidades del mismo, la penosidad, peligrosidad, dificultad, etc. (también por supuestos la cualificación y responsabilidad) pero teniendo en cuenta que no todos los diplomados o licenciados por muchos másteres que hayan estudiado, están capacitados muchas veces para desempeñar esos trabajos de bajo valor añadido, por condición física o mental; cuidado con menospreciar no sé qué trabajos por considerarlos en menor escala. Bombero, policía, guardia civil, taxista, militar, celador, minero, camarero, cocinero, dependienta-o, cajera-o, barrendero, portero, jardinero, agricultor, ganadero, carnicero, pescadero, etcétera; conforman un todo acompañando y velando por una sociedad que los necesitan, tanto cómo a ese ingeniero de alta tecnología.
Es cierto que el mundo progresa gracias al desarrollo que marcan los inteligentes, pero ¡ojo! También los inconformistas tienen su espacio en la historia. Solo espero que la tan alta cualificación que muchos defienden cómo único trabajo con derechos dignos, nos traiga un mundo donde podamos comer y sobrevivir solo encendiendo el ordenador en casa, si no es así, y seguimos necesitando quien cuide, ordeñe vacas; quien plante lechugas, patatas y maíz; las trasporte y coloque para nosotros con un simple carrito disponer de todo en el supermercado. Claro que algunos piensan que allí llegan por arte de magia sin que nadie pase muchas horas y días al sol y el frio cultivando para nosotros.
¡Ya está bien! Imaginen el trabajo menos cualificado del mundo ¿es necesario? Si lo es y nadie quiere limpiar su propia mierda ¡páguenle decentemente! Luego irán subiendo en escala, pero siempre partiendo de que ninguno este cerca de la explotación cómo ser humano.
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