El incumplimiento de la ley del Deporte
El deporte cada día tiene más adeptos, así como en el Parlamento asturiano se está debatiendo aprobar una nueva ley del Deporte, parece apropiado hablar de la vigente. Desde su aprobación en el año 96 sigue siendo incumplida masivamente en su artículo de información al consumidor. Probablemente, la mayoría de usuarios, incluso algunos gestores, desconocen incluso su existencia.
En Google, buscándola, nos aparecerá fácilmente. El artículo 22 dice que toda instalación tendrá a la vista de los usuarios el nombre, puesto y título de todo el personal que presta allí sus servicios. Sólo con rellenar una hoja puesta en un lugar visible bastaría para cumplirla.
Entonces, ¿por qué no se cumple? Para empezar, su incumplimiento no tiene carácter sancionador.
La primera en incumplirla es la propia Administración que la ha aprobado. Si vamos a una instalación deportiva pública veremos que la mayoría no proporciona esta información. En mi opinión, no le importa.
La sociedad parece fiarse del personal que dirige actividades deportivas, estudios recientes muestran que el 80% de ellos no tiene titulación alguna o formación suficiente. Si hablamos con un médico especialista en lesiones deportivas, columna, cardiólogos… nos dirán que el aumento de pacientes aquejados por una mala práctica deportiva ha aumentado preocupantemente.
Mientras el estado sigue sin regular las profesiones deportivas, y en muchas autonomías ya tienen ley autonómica, en Asturias, aunque la que se debate ahora sí recoge una regulación profesional, parece que no hay consenso entre los partidos políticos para aprobarla.
La sociedad mantiene una postura indiferente, y no se implica por la seguridad y la salud propia o de terceros.
Resumiendo, si en el deporte hay intrusismo laboral, si la Administración incumple la ley y no muestra interés en su cumplimiento, si la sociedad sigue pasiva, si no hay unidad política para ello, si no tiene carácter sancionador, seguiremos poniendo en riesgo nuestra salud y seguridad, llenando de pacientes a los médicos, y de poco servirá actualizar o no una ley.
Creando precedente en Asturias, reclamé vía Consumo, a la Dirección General de Deportes, el incumplimiento de esta ley a un gimnasio local que lo derivó al Ayuntamiento de Oviedo. Su respuesta fue que “estaban en ello”. En mi opinión, Gofit y todos deberían cumplirla, porque si los mejores gimnasios e instalaciones públicas no lo hacen, nosotros los consumidores sí podemos escoger los que den máximas garantías, entre éstas, los que cumplan la ley.
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