Memoria selectiva
829 víctimas del terrorismo fascista, 829 familias rotas por la barbarie terrorista, y después de tantos años de asesinatos, ninguneamos a la totalidad en favor de una sola persona. La duda que me asalta es muy simple: ¿por qué? Si atamos cuatro cabos, a poco que razonemos las circunstancias, el desenlace nos lleva a la manipulación de los cerebros con sinapsis aletargada, esos que tras un color o unas siglas no ven más que un toro ante el capote.
A estas alturas pocas personas recordarán nombres como los de Juan Priede Pérez, Francisco Cano Consuegra o Tomás Caballero, sin embargo también eran concejales, también fueron asesinados, y en años posteriores al concejal de Ermua. Pero los objetivos de esta banda de asesinos no fueron sólo concejales, todos sabemos que las fuerzas armadas del Estado eran su objetivo primordial, pero no el único. Sigue habiendo gente sin entender que, en un Estado sometido a la violencia terrorista, todos y cada uno de sus ciudadanos somos víctimas potenciales, y cualquiera que desee opinar al respecto no tiene más que ojear el listado de víctimas para ver que entre los asesinados se encuentran profesiones tan dispares como empresarios, estudiantes, magistrados, periodistas, incluso peluqueros, celadores, albañiles, operadores de telefónica, conductores, taxistas, maestros, cocineros, panaderos, conserjes, comerciantes, amas de casa etcétera. ¿Por qué aviesa razón hay gente interesada en personificar todas estas víctimas del terrorismo etarra en una sola? Sinceramente, para mí y para cualquiera que se considere persona, no hay víctimas de primera y segunda, los niños que murieron en la casa cuartel de Zaragoza o en el Hipercor de Barcelona, por muy anónimos que se nos muestren, son ausencias y dolor eterno para sus familias, exactamente igual que Miguel Ángel Blanco para la suya, por eso mismo me resulta intolerable que se olviden tantas personas en este homenaje que se pretende (eso nos vendieron) hacia las víctimas del terrorismo.
La manipulación del PP no tiene límites ni vergüenza, da igual el ámbito al que se reduzca el conflicto, siempre postulándose como los defensores a ultranza de la decencia y de la dignidad, para demostrar con hechos su posición antagónica. ¿Se trata de homenajear a una sola persona en el vigésimo aniversario de su asesinato?, pues díganlo claramente, que se trata de un homenaje a ese concejal del PP y no traten de concentrar a las víctimas del terrorismo en torno a él, ya que sólo pretenden homenajearlo a él. El problema está cuando se trata de manipular, cuando se trata de camuflar las siglas del PP asociadas a una víctima del terrorismo, como que el resto de familias con víctimas, por no ser concejales o políticos afines, no merecen el mismo homenaje. Ustedes mismos pierden las formas, ustedes mismos se califican, cuando son capaces de enfangarse hasta las cejas, manipulando a la gente para que se insulte a personas por no entrar en su juego. Les sale la vena victimista y alma demócrata cuando se trata de homenajear a los suyos y se olvidan de que en pleno siglo XXI siguen sin condenar la dictadura franquista, siguen burlándose de los cientos de miles represaliados (y sus familias) durante y tras la Guerra Civil, pero ni se sonrojan, ni lo reconocen. Homenajeen a quienes gusten, pero no manipulen, que no hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo que nunca han dado.
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