Ruinas

14 de Enero del 2010 - Florentino Fernández Ruiz (Mieres)

Caminas y caminas, sin pisar asfalto hasta llegar a uno de esos pueblos que se han quedado solos o que hemos dejado solos huyendo de otras crisis. Contemplando sus paredes heridas y el monte abrazando sus muros te preguntas si albergaran la esperanza de que alguien llegue a sacarlos del letargo en que están sumidos. De vez en cuando lejos el silbido del tren te hace pensar que la agricultura siempre ha ido a la zaga de la industria y el comercio a los que siempre estuvo supeditada y esto ha sido lo que ha colocado la mortaja a esto pueblos y a lo mejor a nuestra región.

La vida en estos pueblos fue sencillamente feroz y solo la hicieron posible hombres a fuerza de abnegación y sacrificio, apegados a las tradiciones y al refranero superando quizá sin saberlo las épocas de crisis que dejaron atrás un feudalismo que dio paso al capitalismo. Uno siente el impulso de preguntar como superaron aquellas crisis pero cae en la cuenta de la obviedad de sus ruinas.

Los han aplastado como al movimiento obrero y al marxismo con dulzura a base de abrazos con el seudoreconocimiento de muchos de sus aspectos positivos, excepto el de ser utópicos a la hora de desarrollar su forma de vida.

Quizá los viejos al despedir a los que se iban a la ciudad echaran mano de algún refrán para retenerlos, pero no surtía efecto porque se habían dado cuenta de que el refrán era el símbolo de la pereza mental de los obedientes

Los han aplastado como al movimiento obrero y al marxismo con dulzura a base de abrazos con el seudoreconocimiento de muchos de sus aspectos positivos, excepto el de ser utópicos a la hora de desarrollar su forma de vida.

Pero se dieron cuenta de que las clases opresoras necesitan para su dominación dos funciones sociales fundamentales la función del verdugo y la función del cura. El verdugo ahoga la indignaciones y la protesta y el cura consuela a los oprimidos ofreciendo la otra mejilla y la conciliacion con la clase que los domina. La dialéctica convertida en la sofistería más baja y miserable.

Era la forma de que el tiempo permaneciera inalterable y no entendiéramos para que se quería mas crecimiento. Más crecimiento para ser más iguales o para hacer más grande el botín a repartir de los capitalistas.

Luego se dice que en la ciudad hay suicidios. Aquí o se blasfema o se cree no hay termino medio y uno comprende que el hombre o el pueblo que oprime a otros hombres u otros pueblos no puede ser libre.

Contemplando estos pueblos uno se da cuenta de que sus ruinas son los despojos de las crisis de todos los tiempos, donde siempre esta la huella de lo humano. Esta crisis es igual que la de 1900 en la que al lado de gigantescas empresas en las ramas principales de la industria existían empresas anticuadas que habían cogido la buena ola del auge industrial. Pero la disminución de la demanda y la baja de precios llevaron a esas empresas a una situación calamitosa sobreviviendo las más fuertes lo mismo que ocurrirá ahora.

Hoy monopolios metalúrgicos, eléctricos, siderúrgicos, bancos etc., han convertido la palabra monopolio en la última palabra de la fase de este capitalismo rampante que ha convertido al los bancos de modestos intermediarios en monopolistas que disponen de todo el capital monetario y que han desencadenado la catástrofe.

Un día nos despertaremos y no habrá mas que Trusts y miles de empresas que habían cogido la ola se habran desmoronado como tus muros y tus moradores en otros tiempos estarán en las colas del paro sin haber hecho nada por evitarlo.

Los medios de comunicación televisivos solo te visitaran cuando caiga una fuerte nevada. Pero a estas alturas desde el aislamiento, el dolor y el resentimiento en los huesos, que produce labrar la tierra ya has comprendido que siempre velaran el fondo para ocultar el bosque tras los árboles, lo mismo que los economistas y políticos burgueses para embellecer el capitalismo nos pintan las crisis como si fueran plagas bíblicas.

Se acabara el viejo capitalismo de la libre competencia con el regulador de la bolsa, para dar paso al nuevo capitalismo mezcla de libre competencia y monopolios y nos preguntaremos como tú a lo largo del tiempo ¿en que desembocara este capitalismo moderno?

Tu sabes que tus ruinas son igual que las de Haití, Irak, Vietnam etc.., da igual desastre natural o bélico. Y no son una cabronada de la naturaleza sino un testimonio del abandono y la sin razón de los hombres que nos explican lo que pasa en el mundo y que deja el rastro de lo que hemos sido.

Mi locura en la ciudad después de mil noches hidroeléctricas, de caballos de vapor, de crecimientos económicos, de magos de cartón, de tasas de paro, de leyes de aborto..me ha llevado a visitarte para compartir tus noches de estrellas de verdad, de caballos de verdad, de nacimientos de verdad, porque tu sabes que un huevo necesita un cambio cualitativo para convertirse en pollo, también sabes que inflación y paro no se llevan bien, pero que el sistema siempre optara por el paro.

Desde esta campana de oxigeno algún día podríamos haber mandado unos sones de gaita pero hoy tu silencio y tu abandono es pesado y abrumador. Para tu consuelo te diré que seguirán emergiendo nuevas ruinas hasta el final de los tiempos y he de confesarte que no tengo solución para tu resurrección y me pesa.

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