La Nueva España » Cartas de los lectores » ¿Qué es ser de izquierdas, hoy?

¿Qué es ser de izquierdas, hoy?

26 de Julio del 2017 - Marcelo Noboa Fiallo (Gijón)

En un periódico de tirada nacional el autor del reportaje se hace ésta pregunta y pretende aproximarse a la respuesta mediante algunas frases extraídas a personajes de la política española, tales como Eduardo Madina, Irene Montero, José María Mendiluce, Alberto Sotillos, Ada Colau...

Es necesario empezar por lo obvio: no hay una sola izquierda. Nunca la ha habido, está en los genes de los movimientos de izquierdas: el debate, los compromisos, modelos de sociedad, tipos de luchas...el resistir a la represión, a la tortura, incluso a la muerte. Es la Historia de la izquierda, es lo que define a la izquierda para bien y para mal. En ello radica la gran diferencia con la derecha, donde no hay debate, sólo intereses.

La transversalidad que reclama Podemos y se aireaba en el 15/M, tiene más bien que ver con dos cuestiones: Primera, el hartazgo de la sociedad en su conjunto, con las políticas de los últimos años del PP/PSOE y segunda, una necesidad estratégica, para atraer el voto de la izquierda y del centro progresista. Pero, incluso en éste caso no hay nada nuevo bajo el sol. ¿Qué fue si no la ilusión que despertó en la sociedad española el PSOE de finales de los 70 y principios de los 80? ¿Es que alguien piensa que los históricos 10 millones de votos cosechados en Octubre de 1982, eran todos de izquierdas? Eso fue la transversalidad de aquella época. Por tanto, nada nuevo en el discurso de Podemos.

Pero se equivoca el historiador Abdón Mateos al señalar que, "EL escenario actual recuerda a la pugna entre socialistas y comunistas a finales de los 70... hubo una cierta radicalización del discurso del PSOE". No, no hubo ninguna radicalización del PSOE, todo lo contrario, se produjo un progresivo abandono de los principios fundacionales del partido. La frase de Felipe González, en el XXVIII Congreso, "hay que ser socialistas antes que marxistas" marca un antes y un después en la Historia del socialismo español (en ese momento todos los militantes del PSOE, tenían su carnet del partido en el bolsillo con los principios fundacionales, donde el marxismo y la nacionalización de los bienes de producción eran irrenunciables, por ello la frase de Felipe González cayó como una bomba)

Por el contrario, acierta el articulista al señalar que "Podemos se muestra esquivo con el concepto...no termina de definirse en la izquierda pero quieren liderarla" (subrayado mío). En ello si se puede encontrar un cierto paralelismo con lo ocurrido con el PSOE de principios de los 80, la estrategia. Se trata de aglutinar a los votantes de izquierdas que se sienten "traicionados" por los gobiernos socialistas; a los progresistas (que son muchos) y a la gente del centro liberal que sienten como sus principios son utilizados y manoseados por políticos como Esperanza Aguirre para ocultar políticas y comportamientos profundamente reaccionarios.(Antonio Garrigues Walker tiene mucho que decir al respecto).

Sorprende a lo largo del artículo las dudas que parecen existir en todos los entrevistados sobre el aparente velo que diluye a la izquierda de los progresistas. ¿Cómo distinguirlo? se pregunta. ¿Una persona progresista es necesariamente de izquierdas y viceversa? Por lo general un progresista defiende valores culturales avanzados, derechos humanos, derechos civiles y se siente más cómodo, más libre sin comprometerse con ningún partido político. El ejemplo más claro puede ser el que fuera Presidente del Tribunal Supremo, asesinado por ETA, Francisco Tomás y Valiente. Por el contrario, en el ámbito de la izquierda no es fácil encontrar una persona que no haya militado en un partido político de izquierdas o en algún sindicato. Ahí radicaba el compromiso y la lucha por una sociedad más justa. Otra cosa es el votante de izquierdas. Aquí el análisis se torna más complejo porque el voto a la izquierda va a depender de variables y parámetros no fáciles de controlar y que varían con el tiempo (necesidades, valores, identificaciones...) y donde la pedagogía juega un papel importante, lamentablemente abandonado, por los gobiernos de izquierdas, salvo los nórdicos, sabedores de que la defensa de lo público se empieza desde los hogares y las escuelas.

Sorprende también que no se haga referencia a la crisis de la socialdemocracia y al papel jugado en la misma por el neoliberalismo. No seríamos honestos con la Historia si no hiciéramos referencia al tándem Reagan/Thatcher y su aportación a la ideología conservadora con aquello del "capitalismo popular" verdadera arma de destrucción masiva del modelo de Estado de Bienestar y, en alguna medida, del inicio del declive de la socialdemocracia en Europa, con un protagonista fundamental, Tony Blair y su "New Left". En esencia la nueva doctrina del laborismo británico se venía a resumir así: Si los conservadores giran más a la derecha, nosotros también nos debemos mover, hacia el centro-derecha. La consecuencia práctica de ello fueron los recortes en sanidad, educación, servicios sociales, derechos de los trabajadores... Fue y es el triunfo de Tony Blair, en términos ideológicos y, el triunfo del capitalismo financiero, dueño absoluto de la globalización, donde capea a sus anchas como en el salvaje oeste.

¿Dónde acaban los valores y donde surge la ideología? En esto si acierta Irene Montero (Podemos) "Son indivisibles y los valores se tienen que concretar en decisiones políticas" A los valores tradicionales de la izquierda se le han ido sumando otros en la medida que la sociedad cambiaba, "strictu senso" no son propios de la cultura y tradición de la izquierda (el pacifismo, la no violencia, el anticonsumismo, el ecologismo, la antiglobalización, derechos civiles, LGTB...) más bien proceden y pertenecen a movimientos que nacieron en la segunda mitad del siglo XX, pero cuyas conquistas sólo han podido ser posibles de la mano de los partidos de izquierda y luego asumidos ( a regañadientes) por la derecha, un ejemplo: Alemania, de la mano de Ángela Merkel, acaba de aprobar el matrimonio homosexual.

Por ello, cuando el autor se pregunta ¿defender que la gente que se ama, se case libremente, es de izquierdas? La respuesta es no, pero son los gobiernos de izquierdas quienes hasta ahora lo han posibilitado, atendiendo a una demanda social justa. ¿Habría el PP, aprobado la ley de matrimonio homosexual? La respuesta también es evidente; No, pero no se atreven a derogarla.

Ser de izquierdas hoy, por tanto, exige estar abierto a la evolución de la sociedad para incorporar en su lucha todo aquello que suponga atentar contra la dignidad humana y ello sólo es posible fortaleciendo las conquistas sociales logradas por la izquierda a lo largo del siglo XX: educación pública y gratuita, sanidad universal, pensiones justas, servicios sociales universales, derechos de los trabajadores, es decir, defensa del Estado de Bienestar, hoy cuestionado y en peligro por el avance del neoliberalismo y el revisionismo de la socialdemocracia iniciada por Toni Blair.

Cartas

Número de cartas: 49047

Número de cartas en Diciembre: 171

Tribunas

Número de tribunas: 2178

Número de tribunas en Diciembre: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador