Hablemos de toros y toreros
Una y mil veces más seguiré diciendo lo mismo, que la práctica del toreo en España es la crueldad más horrenda que personas civilizadas puedan cometer.
Para mí, es lo mismo quién sea el matarife de turno; que sea don José Tomás o Perico los Palotes, porque el asesino es el mismo y el asesinado, también.
Lo que no soy capaz de entender es que una persona pueda decir que la práctica del toreo no le gusta, pero, al mismo tiempo, ensalza la valentía de un determinado torero frente a un pobre animal llamado toro al que le obligan a salir a una plaza sin más defensa que las que Dios le dio.
Ya lo he dicho otras veces: el torero juega con la enorme ventaja que la da contar con una cuadrilla de ayudantes que se encargan de que ese desdichado animal, cuando llega a enfrentarse a la capa del "valiente" de turno, tenga sus fuerzas tan mermadas (primero, por la sangre vertida, y segundo, por el descalabro que le practica el valiente rejoneador subido en un caballo y metiéndole muchos centímetros de hierro en su cuerpo; me asombra tanta valentía practicada en un pobre animal) que si pudiera hablar seguro que pediría a gritos la muerte fulminante para dejar de sufrir.
En este mismo medio, LA NUEVA ESPAÑA del lunes 31 de agosto de 2009, he leído una carta de doña María del Pilar Fernández Blanco, de Avilés, en la que, entre otras cosas, dice: los toros, ni arte ni cultura. Qué razón tiene usted, doña María del Pilar, se nota que, además, goza usted de muy buenos sentimientos; cuando en esta carta dice usted "es un rey al que matan en un acto cruel para el lucro y diversión de personas sin sensibilidad, porque hay que ser poco sensible (yo diría que nada) para presenciar semejante carnicería", etcétera. Sabias palabras, señora Fernández Blanco, esperemos que esta carnicería, como usted bien dice, más temprano que tarde llegue a ser suprimida como espectáculo en toda la nación española. Dios quiera que así sea. De todas formas, si el horrible sacrificio que hacen los toreros y sus cuadrillas con este desdichado animal es arte o cultura deberíamos ir pensando en que Sorolla, Velázquez, El Greco y un largo etcétera se hubieren dedicado en sus tiempos a "emborronar" lienzos como mera distracción. Por poner un ejemplo.
No entiendo cómo se puede aclamar, defender o llamar valentía a lo que hace un torero en el ruedo lleve el nombre que lleve, todo el "arte" de estos matarifes no es más que experiencia conseguida a base de practicar sobre estos desdichados animales.
También en LA NUEVA ESPAÑA del martes 12 de enero de 2010 leo una carta firmada por doña Rosa María Mulas Luque, de Moreda de Aller, en la que expresa con muy buena pluma la muerte tan horrible que esos "valientes" sanguinarios practican al toro para lucirse y percibir cuantiosas sumas de dinero.
Indudablemente, las elocuentes explicaciones técnicas de doña Rosa María son dardos dirigidos al corazón de las personas sensibles y piadosas; parece ser que los/as componentes del Gobierno de la nación carecen totalmente de estas dos cualidades.
De seguir practicándose esta crueldad, continuaremos perdiendo credibilidad ante millones de personas que para nada están de acuerdo con tan desastroso espectáculo.
Señores y señoras del Gobierno, sigo insistiendo en que tomen cartas en el asunto ya que las explicaciones que me han dado en respuesta al correo electrónico que le cursé al señor Zapatero sobre este tema de la tauromaquia, para mí, carecen totalmente de consistencia y credibilidad.
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