La Nueva España » Cartas de los lectores » Qué tiempos aquéllos

Qué tiempos aquéllos

8 de Agosto del 2017 - Manuel Díaz Estrada (Forcinas (Pravia))

"El Xiringüelu ye la fiesta del relajo y la desvergüenza", así expresaban las abuelas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado lo que para ellas era el Xiringüelu de aquellos años en Cañedo, cuando las mozas y los mozos tenían que esperar la llegada de la noche para, aprovechando la oscuridad y algún que otro descuido de sus progenitores, poder darse aquel primer beso de adolescencia; aquel beso fugaz, medio robado, pero que en muchos casos era el inicio de un gran amor que terminaba ante el altar. ¡Qué tiempos aquellos!, qué distinto era todo. Aquellas abuelas y aquellas madres que esperaban la cita del Xiringüelu durante todo el año como algo muy especial, entrañable y familiar, ellas eran las encargadas de preparar aquellas pantagruélicas meriendas, en las que no faltaban las empanadas, las tortillas, los filetes empanados, y de postre las exquisitas bollinas y el café de pota con unas gotas de coñac .

¡Qué tiempos aquellos!, en los que la orquesta “La Estrada”, con el inolvidable Marcelino "el pandereto", se encargaba de animar la folixa del Xiringüelu. ¿Quién no recuerda aquel famoso dicho cuando los miembros de la veterana orquesta, que actuaban de oído, sin partitura, le preguntaban a su director: "Marcelino, ¿qué tocamos ahora?", y él contestaba con su habitual campechanería, "la misma, pero más fuerte".

¡Qué tiempos aquellos!, en que los mozos y mozas construían aquellas rústicas casetas con cuatro palos y ramas de castaño, donde la sidra corría a raudales, donde la gaita se dejaba oír durante todo el día para recordarnos que estábamos en una romería asturiana.

¡Qué tiempos aquellos!, cuando al caer la noche, los que habíamos bajado en la camioneta de autos Mallecina, nos veíamos obligados a la retirada forzosa, a no ser que decidiésemos quedarnos a dormir la mona a cielo raso.

Tampoco en aquel Xiringüelu de mediados del pasado siglo faltaban los que se excedían con el alcohol, principalmente la sidra y el vino, las bebidas oficiales de la folixa; para estos romeros que solían regresar caminando hasta la villa, aquellos dos kilómetros hasta Pravia solían convertirse en un ir y venir de cuneta en cuneta.

Si hoy alguien me preguntase sobre las diferencias entre aquel Xiringüelu de mi juventud y el que se ha celebrado el domingo en Salcedo, le respondería que sería igual que pretender decir que el color blanco se parece mucho al negro.

El domingo, cuando escribía este breve recuerdo sobre el Xiringüelu de hace 50 años, escucho desde mi casa en La Hortona, Forcinas, el cansino bum, bum, bum de la música que atruena sobre las vegas del Nalón. También observo cómo un helicóptero sobrevuela sin cesar el prau de la gran folixa xiringüelera, son los ojos de aquellas madres y abuelas de antaño que hoy han sido sustituidos por estos modernos pájaros metálicos, que desde el cielo velan para que ninguna mozo se sobrepase con alguna joven mocina; hoy a eso se llama intento de violación. Esto nos hace recordar aquella famosa canción de Víctor Manuel, allá por la década de los sesenta, que decía: "Cuidado neña temprana, nun pases al maizal, nun lo riegues con tus lágrimas ", sólo que en este caso, aquí en el prau Salcedo, el maíz tendríamos que sustituirlo por las plantaciones de kiwis.

Cartas

Número de cartas: 45165

Número de cartas en Mayo: 7

Tribunas

Número de tribunas: 2039

Número de tribunas en Mayo: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador