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Invasión encubierta

11 de Agosto del 2017 - José Viñas García (Oviedo)

Los españoles nos estamos convirtiendo en médicos, enfermeros, camareros, limpiadores de bajo coste para que el turista venga aquí sin límites, sin normas, sin freno a tanto desmadre, sin reglas de convivencia y comportamiento. Les salimos de baratija ser sus servidores, sólo por miedo a perder el 15% del PIB. Cuando es mentira, los grandes beneficios están en manos de empresas turoperadores que gestionan desde esos países hoteles y restaurantes. Más empresas extranjeras que ya dominan todos los lugares más turísticos de la costa mediterránea. Sin tener en cuenta la economía sumergida que mueve todo este negocio. Por tener ya tienen hasta pisos que les regalamos cuando la crisis. Vienen ya con todo contratado, incluido la lección aprendida de que todo español estará a su servicio haga lo que haga: Si cogen cogorzas, se pelean o se tiran por la ventana a las piscinas... los hospitales con todos los profesionales les atenderán cómo reinas; esos profesionales españoles, son mano de obra barata que asumen sus pólizas o Países sin mayor problema. Si arman ruido a cualquier hora, rompen inmobiliarios públicos o dejan todo sucio como cerdos... tampoco tengan problema, los españoles con ambulancias, policías y operarios, correrán con todos los gastos, reparaciones, molestias y limpieza del lugar. Todo por el 15% del PIB.

Ya no es cosa de ser hospitalarios, nos toman por idiotas, no vienen a compartir sol, playas, gastronomía y la alegría de nuestras gentes... vienen tal cómo abejas invasoras, conquistan los lugares y echan o complican la vida a los autóctonos. A nuestros políticos, no les importa devaluar la dignidad de todos los españoles, que tienen que atender, padecer y consentir los comportamientos y excesos de perfectos energúmenos que allá en su país jamás se le permitiría ser de tal piltrafa y tener tan barata la bravata. Mientras los trabajadores y vecinos de esos lugares no encuentran piso adecuado a su sueldo, ya que están destinados a acoger turistas sin regularización, control y medida. No es posible que un médico o enfermera que atienden a estos piltrafas, se tenga que quedar a dormir en cuarto compartido o en el hospital por que los pisos del lugar, los propietarios nadie les marca límites y alquilan a ingleses, daneses o alemanes por 10 veces más que permite un sueldo de aquí. Señores políticos, aunque solo sea por dignidad deben empezar a regular y exigir.

No soy localista para nada, defiendo un mundo global, la tierra es de todos. Pero cuando ocurre lo que pasa, y los que vienen a pasar unos días de diversión, se convierten en un problema para los que aquí viven, ya no es cuestión de ser acogedores, si no de imbéciles si no ponemos orden y principios. Pueden venir todas las personas que quieran, tengan poco o mucho dinero para gastarse, pero exigirles comportamiento, convivencia y respeto a las normas y leyes que nos marcamos aquí. Debemos ser hospitalarios, pero catetos ¡no!

No pueden las administraciones quedar impasibles ante lo que se está convirtiendo en invasión en cubierta, no deja tanto dinero como se dice en manos de los españoles (además, no todo vale por dinero) Luego el empleo que genera es simple y llanamente asistentes, criados, sirvientes de aquellos a los que debiéramos tratar de igualarnos en salarios y pensiones.

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