Prioridad estratégica
Se me prescribieron unas pruebas médicas, y la citación en la Sanidad Pública es para dentro de diez meses. El Prat, huelga del personal privado de seguridad, el ministro del ramo advierte que se podrá tomar cualquier medida porque se trata de un engranaje prioritario para la seguridad nacional, dado el nivel de alerta terrorista... ¡ay, el terrorismo! Gobernar con el miedo a los súbditos, o “telesúbditos”, es directamente proporcional a la mediocridad de los gobernantes.
Vayamos a la aritmética. La posibilidad de que a mí me suceda algo relacionado con un acto salvaje ha de diluirse en abrumadores porcentajes; sin embargo, que dentro de diez meses mi salud será peor que ahora y aún estaré a medio camino de resolverlo es una certeza indiscutible.
Conclusión, para el Gobierno que nos administra la seguridad de los aeropuertos es esencial, mientras que la salud, las pensiones o los salarios de la población pagana, o sea, la chusma inmunda, es un asuntillo menor.
Para quienes nos resistimos a comulgar con ruedas de tractor quedan aún cuestiones de interés en el éter: ¿si tan esencial es la seguridad en algunas instalaciones estratégicas, aspecto que no niego, cómo es que fueron tan miserables de privatizarlas? ¿Por qué las fuerzas de seguridad públicas se asfixian en un mar de recortes económicos y hay pasta para contratas y subcontratas sin fin?
Y a los ciudadanos que hacen colas indeseables en los aeropuertos y esperan pacientemente sus ecografías abdominales les alentaría a observar una mirada más crítica hacia lo que nos dicen y hacen.
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