Apoyo a los profesionales de la UPA y del Materno Infantil
Nos hacemos eco, con preocupación, de la situación que se está viviendo en algunos centros de menores y, muy especialmente, en la unidad de primera acogida y en el Centro Materno Infantil de Oviedo.
Los profesionales que desarrollan su labor en estos centros tienen de por sí una ardua tarea, derivada de las particulares características de los menores atendidos. Hacemos especial hincapié en la situación de los auxiliares educadores/as que trabajan en el turno de noche, momento en el que la totalidad de los menores se encuentra en el centro, y, sin embargo, la plantilla es más reducida que en otros turnos (no hay educadores/as ni técnicos/as en Educación Infantil), debiendo hacer frente a las mismas dificultades que sus compañeros en inferioridad de condiciones. Y esto es así porque la Administración, reconociendo la necesidad de una mayor capacitación del personal, hace unos años procedió a reclasificar exclusivamente a los trabajadores de atención directa del turno de día, que pasaron del grupo D (auxiliares educadores/as) al grupo C (técnicos en Educación Infantil), excluyendo a los del turno de noche, a pesar de realizar las mismas funciones en circunstancias más adversas, como ya hemos mencionado.
Este colectivo de auxiliares educadores/as, con su formación, dedicación y capacidad de trabajo, afronta día a día el reto de limar las dificultades que rodean a estos menores, contribuyendo a dotarlos de competencias para formar, en un futuro, parte plena de la sociedad.
Sin embargo, este esfuerzo, aunque importante, en muchas ocasiones se torna insuficiente. La falta de instalaciones adecuadas donde dar cabida a la creciente afluencia de usuarios, en su mayoría procedentes de otros países, y el personal, de por sí muy ajustado, que se vuelve a todas luces escaso para desarrollar con garantías los programas socioeducativos, son variables que escapan al control de los profesionales de atención directa. Solamente la Administración, como garante y referente de un sistema público de calidad, puede, desde el compromiso y la responsabilidad, promover actuaciones que subsanen la situación que se está viviendo.
Brindamos, desde estas líneas, nuestro más firme apoyo a este grupo de trabajadores y, muy especialmente, a los auxiliares educadores.
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