Dalí sale de su tumba
Así acaba de suceder al reclamar su paternidad una mujer que dice ser hija suya, y que para ser que lo será dadas las pruebas que tiene y que seguro que confirmará la del ADN que se le ha hecho a ella y a Dalí, que para eso ha sido sacado de su sueño eterno. Ella se llama Pilar, una gran mujer, que lleva ya once años luchando para que se le reconozca que es hija de Dalí, con todas sus consecuencias. Ello nos ha dado pie para recordar al olvidado Salvador Dalí, que fue un genio, un pintor excepcional, con un surrealismo muy daliniano, asombroso, al margen de sus excentricidades que eran propias de su personalidad artística. Otro caso igual lo tenemos en Picasso, coetáneo suyo, otro genial artista español que no fue olvidado como Dalí. Bueno, Picasso sí fue olvidado en el franquismo, aunque al final se fue diluyendo ese olvido dados el prestigio y la arrolladora fama del artista malagueño. No ha ocurrido así con Dalí, después del cambio político, siendo marginado por completo. Otro caso parecido que aquí hemos comentado en su día fue el de aquellos dos gaditanos, grandes intelectuales, escritores y poetas de la mejor lírica castellana, Alberti y Pemán. El primero por ser comunista y el segundo por haber sido falangista. ¡Toma del frasco, Bautista! En este carpetovetónico país, las puñeteras ideologías políticas, tanto ayer como hoy, todo lo escoñan, enfrentan, nos dividen. No tenemos remedio.
A Salvador Dalí, el genial artista que en su Gala encontró amor, pasión e inspiración, desaparecido el honorable Tarradellas, el “deshonorable y chorizo del Pujol” y los que le siguieron hasta ahora, echaron sobre él la lápida del silencio y el olvido. Porque Dalí, además de catalán, era español, muy español, y esto no se le perdonó ese nacionalismo sedicioso que está llegando ya a unos extremos que pueden terminar en una verdadera tragedia. Aplicable es ahora aquí aquello que dijera Bertrand Russell de que “si en un pueblo no es reconocida y valorada la valía de un ilustre hijo, es porque sus gobernantes o son unos incultos o unos mediocres”. Creemos que en el caso de Dalí se dan las dos cosas.
La salida y regreso de Dalí a su tumba ha sido noticia y actualidad, pero muy breve. El olvido y el silencio, tan injustos, vuelven a ser su lápida.
Ricardo Luis Arias, Aller
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo