La tecnología evoluciona para los diabéticos
Los diabéticos tipo I (insulinodependientes) y los tipo II (no insulinodependientes) a tratamiento con insulina, para llevar un autocontrol óptimo de nuestra enfermedad, requerimos como mínimo inyectarnos entra 4-5 veces al día insulina, así como hacer mediciones de nuestra glucemia capilar otras 4-5 veces al día (en total mínimo 10 pinchazos/día, 3.650 pinchazos/año). Con la esperanza de vida actual, un diabético tipo I recién nacido llegaría a pincharse alrededor de 300.000 veces a lo largo de su vida.
La medición de la glucemia capilar a través de tiras reactivas se financia a través del Sistema de Salud (con determinadas limitaciones dependiendo de la comunidad autónoma de residencia) con un coste de aproximadamente de unos 150 euros/mes (150 tiras/mes a un coste de 1 euro/unidad a precio de farmacia, siendo algo inferior por la compra de grandes cantidades de unidades a los laboratorios por parte de la administración sanitaria).
Afortunadamente la tecnología evoluciona y actualmente están a nuestra disposición en el mercado sensores que nos permiten medir la glucemia intersticial cuantas veces queramos al día sin ningún tipo de pinchazo con una duración de 15 días/sensor y a un precio de 60 euros/sensor (120 euros/mes, 1.440 euros/año) lo que nos permite realizar un autocontrol más exhaustivo de nuestro mal y evitar en lo posible graves complicaciones a largo plazo con la reducción de costes que conlleva a la Sanidad.
Pero lo llamativo es que a fecha de hoy son los diabéticos los que costean íntegramente el importe de los sensores, dado que el Sistema de Salud ni financia ni cofinancia el coste de los mismos y que aproximadamente sería el mismo que el de las tiras reactivas, dándose el caso de diabéticos que inician la medición de la glucemia con los sensores y que posteriormente los dejan por carecer de financiación.
El control de la diabetes insulinodependiente exige un equilibrio exquisito entre la insulina que nos inyectamos y la ingesta de hidratos de carbono, control que nos lo facilita la medición previa de la glucemia y que al más mínimo error puede desencadenar graves problemas agudos hipoglucémicos o complicaciones severas a largo plazo por un mal control de la misma.
Por tanto, señor consejero de Sanidad, le ruego haga los cálculos presupuestarios oportunos, financie o cofinancie la nueva tecnología y verá que al final la Sanidad ahorrará dinero y los diabéticos mejorarán su control y, por tanto, su salud.
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