Extradición inmediata
Los radicales islamistas nada tienen que ver con los musulmanes en general. Pero viendo unas imágenes de un reportaje de “Espejo público”, en una calle de Melilla, donde varios, que se decían musulmanes (es cierto, que dejaban mucho que desear, para tenerlos en cuenta, aunque daño puede causarlo cualquier loco suelto), le contestaban al reportero de una forma agitada y desprendiendo mucho odio acumulado: “Lo que pasa en Europa es porque los musulmanes están hartos de vosotros, de los cristianos”, exclama otro de los presentes, quien agrega que “la gente ya está harta de los cristianos, haciendo la vida imposible a los musulmanes”. “Todos éstos van y hacen cualquier tontería, cogen un camión”, prosigue: “Yo ahora mismo puedo coger un camión y voy para abajo y hago cualquier tontería, porque mira cómo nos tienen, aquí arrinconados”.
Muy grave, demasiado graves estas palabras, no estamos para consentir bravatas, tonterías e insolencias de pencos que alientan a otros, y si no hacemos algo contra estas amenazas es que somos idiotas. No procedían de un solo alucinado, eran varios, y los que menos, callaban y consentían ante semejantes amenazas de su compatriota. Teniendo en cuenta que tenemos reciente el atentado de Barcelona, indica que son muchos los radicales sueltos por ahí, que no sólo no les duele tanto dolor causado en nombre de su Dios; sino que tal parece que se alegran incluso.
La Policía debe tomar nota urgente, los jueces deben predisponerse a quien estando con nosotros, viviendo en nuestro país, piense de la forma que estos individuos y por lo que se ve, no quieren integrarse. Si son capaces en nuestras narices de decir y pensar así... hay que echarlos de inmediato, extraditarlos mañana mismo, sin poder volver jamás. Ya que si tanto odian España y a los cristianos, por qué no se van a esos países que, además de tener a Alá más cerca, también, supongo, que Marruecos, Arabia Saudí, Irán, Siria, etcétera los recibirán con los brazos abiertos. Y allí ya no tendrán que sentirse diferentes o arrinconados por cristianos o demonios españoles. Encarcelarlos ¡no! Que los mantenga su Dios: ¡Extraditarlos!
Siempre hablo para los que piensan y dicen como los que vimos en el reportaje, jamás generalizo. España debe ser hospitalaria, generosa y solidaria, pero uno es eso y otro que nos escupan en la cara y amenacen de eso modo. Los alardes religiosos cargados de fanfarronada, desafíos y desprecio a las demás religiones ya no caben aquí en Europa, ¡fuera! En nombre de Dios, Alá o quien sea, no se pueden amparar asesinatos crueles o alentarlos, ¡fuera!
Cristianos o musulmanes deben ser hermanos y respetarse mutuamente, no pueden locos sueltos seguir viviendo entre nosotros capaces de decir y sentir lo que oímos en ese reportaje.
Cuando alguien en nombre de Alá asesina inocentes, los responsables islámicos deben ser más enérgicos, no vaya a ser que defendamos, dejemos construir mezquitas y consintamos practicar su religión en España a quien, conviviendo entre nosotros, además se convierta en una amenaza en ciernes, ¡sería simpático al menos!
Lo único que logran estos sujetos es que la xenofobia y el racismo se vayan incrustando en muchas buenas gentes. Ustedes no pueden estar viviendo aquí entre nosotros y sentirlos cargados de odio hacia los españoles, ya sean cristianos o iluminados por el diablo.
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