Un olvido intencionado
Lo ha sido el del cuestionado gobierno catalán al anunciar, con bombo y platillos, la medalla de oro de no se qué a su policía, a los Mossos d’Escuadra, por haber resuelto y acabado con la célula terrorista islámica autora de la masacre de Barcelona. Y de la Guardia Civil y Policía Nacional, ni pío, como si no existieran o no hubieran intervenido para nada en el salvaje atentado. Esto es ya el colmo del cinismo y la mayor desvergüenza de ese sedicioso gobierno y sus adláteres extremistas, antiespañoles, antisistema y anti todo, que están llevando a la querida y sufrida región catalana a su ruina y desprestigio. Que el 1-0, si no cesan en su locura, pueda ser su suicidio político.
Todo esto es como consecuencia, y se viene arrastrando desde el cambio político o transición, en que a Cataluña y a Euskadi se les dieron atribuciones y competencias, alegremente y de una manera indebida, que eran propias del Estado central, toda una discriminación y en detrimento de las otras quince comunidades, entre ellas la nuestra. Esta querida Asturias, vapuleada siempre por todos los gobiernos. Unos gobiernos cuyos dirigentes mimaron y cohabitaron con un nacionalismo que todo quisque sabía que no era más que un descarado separatismo sedicioso. Y con esta responsabilidad tienen que cargar ahora los dos partidos que vienen gobernando desde aquella transición que, con la mejor voluntad, sus “padres” no ataron las cosas debidamente y se hicieron concesiones y competencias que no eran propias de los gobiernos de las comunidades, sino del Gobierno central. Y una de ellas fueron las policías a Cataluña y Euskadi, la ertzaina y los mossos d’escuadra, que o hacían puñetera falta porque el orden y la seguridad están garantizada con la Policía Nacional y Guardia Civil, cuerpos de un gran prestigio y profesionalidad. Los mejores de Europa.
¡Ah! Y los partidos políticos que no están en ese Pacto Antiterrorista, o lo eluden con monsergas y mandangas, o es que son contrarios a él. Hay que aclararse y definirse. No caben ambigüedades. Si no se está con ese pacto, es que entonces se está con el terrorismo. Así de claro y así de cierto. Y punto.
Ricardo Luis Arias
Aller
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