Nuevo rocódromo en Oviedo, nueva decepción...
Me sumo a la carta enviada a este periódico por Juan José García González el pasado lunes, 18 de enero, para manifestar la decepción y el malestar general que se ha creado entre la mayoría de ciudadanos que practican escalada deportiva en Oviedo y sus alrededores.
Decepción porque tras múltiples solicitudes y peticiones, enviadas durante años al Ayuntamiento de Oviedo solicitando que se construya un rocódromo deportivo cubierto, dotado de unas instalaciones dignas para el cada vez mayor número de escaladores que practican este deporte en Oviedo, lo único que se ha conseguido por parte de la Alcaldía es promover la construcción de un rocódromo prácticamente inservible. Inservible ya que, por un lado, si tenemos en cuenta que está construido al aire libre en una región como Asturias, en la que el frío y la lluvia están presentes la mayor parte del año, no nos costará deducir –aunque parece que al Ayuntamiento de Oviedo sí–, el escaso número de días de aprovechamiento que podrán tener estas instalaciones. Y, por otra parte, cuando las condiciones climatológicas nos permiten escalar al aire libre, por suerte, en Asturias podemos acudir a un gran número de escuelas de escalada deportiva exteriores de roca de excelente calidad, algunas de ellas a diez minutos de Oviedo.
Pero no sólo es decepción lo que sentimos con la construcción de este rocódromo; también nos invade un malestar general, porque en esta época de crisis que todos estamos viviendo, a los ciudadanos nos gustaría creer, ilusos de nosotros, que los fondos públicos van a ser empleados de la manera más efectiva y necesaria posible, y no para construir instalaciones que para lo único que van a servir es para hacer campaña electoral el día de su inauguración.
Con todo esto, sólo podemos pensar que somos ciudadanos con voz que hablan a un Ayuntamiento sin oídos... Porque todos nos preguntamos... ¿Hay alguien ahí que escuche nuestras quejas?
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