La manifestación de Barcelona
Lo de que España es diferente parece que algunos se empeñan en ponerlo en práctica en todo momento y les sirve igual para un roto que para un descosido.
El sábado 26 de agosto, como todo el mundo sabe, se celebró u organizó en Barcelona una manifestación en honor de las víctimas del atentado terrorista habido en dicha ciudad días antes. A dicha manifestación o acto de repulsa al terrorismo asistieron miles de personas además de las autoridades de Cataluña y de toda España. Lo que cualquier ciudadano con un mínimo de sensibilidad podía esperar de ese acto es que quienes acudían a él lo haría con la única intención de solidarizarse con las víctimas del atentado y a la vez para demostrar el rechazo sin fisuras al terrorismo de cualquier color y bandera. Pues al final resulta qué no. Como España se demuestra sigue siendo 'diferente', resulta que ciertos 'cabezas huecas', y en mi opinión, mal nacidos, en lugar de demostrar su agradecimiento a las autoridades del país, incluidos Gobierno y jefe del Estado o Rey, pues haciendo gala de su grado de ignorancia y mala fe y peor educación, aprovecharon el acto para montar su numerito, faltando al respeto con silbidos y abucheos a las autoridades españolas, que ellos consideran extranjeras en Cataluña, olvidándose de que esa comunidad o región es tan española como cualquier otra de las diecisiete autonomías que componen la actual España.
Cuesta creer que en esta España en la que se nos dice que tenemos a la generación mejor formada de nuestra historia, resulte que haya sitio para albergar a tanto energúmeno y mal nacido incapaz de distinguir entre las vísceras y el cerebro. El acto del sábado en Barcelona era en mi opinión una manifestación para demostrar en unión de todos los españoles, nuestro rechazo al fanatismo y terrorismo destructor. No era la ocasión de demostrar voluntades o intenciones independentistas, y menos aún de poner sobre la mesa el sistema de Estado que queremos o pueda convenirnos a los españoles: monarquía o república. No me imagino algo así en ningún otro país de nuestro entorno. Viví doce años en Alemania, y estoy seguro que en ninguno de sus Länder o Estados Federados habría ocurrido algo tan vergonzoso y poco ejemplarizante como lo visto en esa manifestación de Barcelona. Luego para acabar de arreglarlo, resulta que la actriz catalana doña Rosa María Sardá, desde la tribuna montada para dar cierre a la manifestación, leyó un manifiesto y al cierre del mismo menciona a todo un rosario de ciudades víctimas de actos terroristas y se olvida de Madrid, que por desgracia para todo el país, fue la primera ciudad que sufrió el mayor ataque terrorista y con mayor número de víctimas de todos los habidos hasta ahora en Europa, ¿esto qué es, despiste o mala intención? Qué cada cual juzgue según su criterio, yo tengo el mío, y esto me huele muy mal.
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