Invertir en educación

Horror Story II, un año más tarde todo sigue igual-

Día 31 de agosto de 2017. Esta carta es el resultado de pensar (¿todo el verano?) sobre qué va a pasar este curso con los exámenes de septiembre. Y me temo que todo va a seguir igual que en el pasado, no muy difícil de adivinar porque la experiencia nos avala. Aunque escribiré sobre otras cuestiones también. Me explico con claridad en los párrafos siguientes.

El año pasado los profesores de muchos departamentos en toda Asturias hubieron de hacerse cargo de los exámenes de aquellos alumnos cuyos profesores durante todo el curso no tuvieron contrato para trabajar en el mes de septiembre (porque la consejería los da de baja en los meses de julio y agosto), igual que en este inicio de curso. Algunos profesores que están de baja por enfermedad o accidente y no se incorporan porque aún no están recuperados del todo, tampoco han tenido profesor sustituto alguno.

Vamos a imaginar que todos este año, sin saberlo por adelantado llegamos a nuestro puesto de trabajo tras las vacaciones, y en vez de trabajar sólo nuestro tiempo y horario reglamentarios, que ya sabemos que nunca ocurre -siempre es más-, llegamos allí y nos toca "lidiar" con el trabajo de tres o cuatro compañeros más, a los que se despide en verano y parte de septiembre, para ahorrarse los salarios correspondientes. ¿Tiene esto algún sentido sabiendo todo lo que se ha malgastado durante décadas en algunas Consejerías? Nada tiene últimamente sentido en Asturias. Yo pienso a veces que hay alguna mano negra que quiere terminar con nuestra región para así "llevarse el "scar" a la comunidad más ahorradora del territorio nacional.

Si ha de haber cierto número de trabajadores, y todos nosotros somos trabajadores con los mismos derechos que en el resto de España, no nos confundamos, independientemente del trabajo que desempeñemos, tenemos que ser el mismo número de profesores, médicos, taxistas, autónomos (dense un paseo por las calles de Oviedo, donde vivo, y cuenten los negocios que cierran cada semana) o más en septiembre que en junio. Si algún negocio, trabajo, academia o tienda, fracasa, piensen que no siempre es culpa del trabajador, es culpa de los que nos representan porque si algo no sólo no mejora, sino que empeora, requiere un cambio de rumbo radical. Y no hablo de dar ayudas, hablo de crear proyectos de futuro, que no son sólo proyectos que tengan que ver con el turismo veraniego. Ahora, tras la época estival, la misma "cantinela", ha subido el número de parados, eso ya lo sabemos, no hace falta que nadie nos lo recuerde. Así ha sido año tras año desde el inicio de la crisis, de la que dudo vayamos a salir jamás.

A veces parece que nos avergonzamos de ser profesores, médicos, funcionarios, autónomos, trabajadores de Adif, Feve, limpiadores del ayuntamiento..., y no debe ser así. Todos hacemos que las situaciones mejoren.

En mi centro nos ayudamos unos a otros para que todo funcione óptimamente y salga adelante, de eso no hay ninguna duda, pero trabajar para que otros ahorren y se regodeen en lo mucho que ahorran y en cuánto dinero "guardan" en sus arcas, hace que me pregunte, ¿no es mejor invertir en "recursos humanos" que van a regenerar nuestra tierra para que esos "recursos humanos" permanezcan, en vez de irse a otros lares por falta de oportunidades aquí?

Desde luego si lo que quieren es hacer desaparecer a Asturias de la faz de la tierra, van en la dirección correcta. No olviden ustedes que un país que invierte en educación es un país de futuro y un país que mejorará simplemente porque ustedes se preocupan de que sus ciudadanos vayan hacia adelante en busca de un futuro brillante aquí y no en otro lugar del mundo. Les invito a pasearse por las calles, ver el panorama negro, muy negro, que tienen algunos de "sus" ciudadanos y sopesen la situación. Censados en nuestra comunidad autónoma habrá sobre un millón, de los cuales unos 400.000 viven fuera, en Barcelona, Valencia, Madrid, Gran Bretaña, Alemania, América del Norte y muchos otros países. Bastantes alumnos se van tras terminar sus estudios universitarios o su preparación en ciclos formativos. Supongo que ya se imaginarán por qué. Reaccionen ustedes y piensen qué se ha de hacer y qué se debe mejorar. Tienen toda la ayuda de su ciudadanía, que lo sepan, porque estamos orgullosos de ser asturianos y de ayudar. Escuchen las voces de la calle.

Otro año más ante nosotros para esperar que el milagro de la sensatez vuelva a las cabezas de aquéllos que se supone que nos "cuidan" y que velan por el futuro de las generaciones venideras. A mí no me gustaría contemplar en nuestras caras la tristeza que me produjo una frase que leí no hace mucho en un cartel de un mendigo pidiendo caridad en una calle de una gran ciudad en Norteamérica, "cualquier cosa que me des, será una bendición".

Las últimas palabras del párrafo anterior me recordaron a una persona que supuestamente se llama Fernando y que lleva siete años sin trabajo y tres en la calle, viviendo de la caridad ajena y de los buenos sentimientos de los ciudadanos de esta ciudad. No llega a los 40 años. Los que lo conocemos sabemos quién es, aunque éste no es su verdadero nombre. Nunca está triste, siempre tiene una sonrisa y a pesar de que mucha gente lo ignora, él siempre es agradable. Gracias a don Pablo Palomo por darlo a conocer y a su periódico por haber publicado su "reflexión" sobre él; quizá los políticos deberían saber que la gente que recibe ayudas sociales, acogería un trabajo con más alegría que los 400 y pico euros de dicha ayuda. Sobre todo porque se les devolvería su dignidad y su categoría de ser humano. Eso es lo que nos hace mirar al futuro de frente y con alegría. Las personas quieren un trabajo; la ayuda dura lo que dura, un tiempo corto y es exigua.

Nosotros no queremos cualquier cosa, queremos lo que nos hemos ganado y lo que es justo, ni más ni menos.

El septiembre pasado publicaron una carta en LA NUEVA ESPAÑA que concluía con las siguientes palabras,

"Gracias a los profesores por ser como son y a los alumnos por el comportamiento exquisito que han mostrado hoy. Ojalá el curso que acaba de comenzar haga pensar a nuestra administración educativa en todo aquello que se puede, y se debe mejorar, y de una vez por todas, se lo tomen en serio y lo hagan" (Septiembre, 2016). Mucho me temo que todo sigue igual y así seguirá.

La presente carta fue escrita en principio para mostrar la situación de "pobreza moral" en la que se hunde la enseñanza en Asturias año tras año, pero no puedo dejar de pensar que la "pobreza económica extrema" es el resultado lógico de esa "pobreza moral".

Desde este, lunes, día 4 de septiembre de 2017, nada va a cambiar, allí estaremos los profesores de los institutos asturianos cubriendo las bajas y ausencias de la misma forma que ya hicimos el curso pasado en el mes de septiembre -el viernes, día 1 también-. Igual que los médicos, con guardias de 36 horas, los trabajadores de los bares, restaurantes, tiendas, con horarios elásticos que nunca se terminan.

Como se puede ver, nada ha cambiado. Y el próximo curso todo seguirá igual y eso es lo que más duele, que a nadie le importa.

Muchas gracias por su atención y por dedicar su tiempo a la lectura de estas líneas.

P.D. "Nuestra ambición debe ser a gobernarnos a nosotros mismos, el verdadero reino de cada uno de nosotros, y el verdadero progreso es saber más, y ser más y hacer más". Oscar Wilde.