Mala práxis

10 de Septiembre del 2017 - Paquita Martínez Quiñones (Oviedo)

Mi marido merecía una atención más digna en el HUCA. Me veo en la obligación de escribir estas líneas para denunciar el lamentable trato sufrido por mi marido, D. Gonzalo Fernández Alonso, durante su hospitalización en el servicio de nefrología del HUCA, en el que falleció el pasado 20 de julio de 2017.

Poniendo en antecedentes el caso, el día 23 de mayo ingresa a cargo del servicio de digestivo por un cuadro de colitis isquémica secundario a una enfermedad hematológica mieloproliferativa de la que se estaba tratando desde 2009. Todo hay que decirlo, no puedo menos que agradecer la excelente labor realizada mientras estuvo en dicho servicio. Nada que ver con lo que vendría después.

El día 25 de mayo se pide una interconsulta al servicio de nefrología por un episodio de fallo renal agudo instaurándose tratamiento y siendo alta el 1 de junio. El día 9 del mismo mes tiene que ser derivado de nuevo a dicho servicio por otro episodio de fallo renal similar iniciándose tratamiento con hemodiálisis, que duró hasta el 30 de junio. Durante el ingreso, la actitud por parte del personal del servicio de nefrología (especialmente de algunos enfermeros y celadores) sólo puede calificarse como de dejadez y desidia. Cuando no directamente de abandono.

No se le realizaron los adecuados tratamientos posturales que habían sido prescritos, a resultas de lo cual desarrolló una úlcera de decúbito sacra que posteriormente se infectó, provocándole fortísimo dolor. Complicaciones que hubieran sido perfectamente evitables.

Tampoco se hizo ninguna sesión de fisioterapia para la polineuropatía que padecía por parte de rehabilitación a pesar de su indicación. Hubo además incluso deficiencias graves en higiene básica y el cambio de la sonda urinaria. Por parte del personal médico además se proporcionó escasa información diagnóstica y de pronóstico cuando se les solicitaba. No contentos con eso, niegan la mayor en el informe de alta faltando directamente a la verdad como si todos esos cuidados y tratamientos si se hubiesen realizado, y además perfectamente.

Soy plenamente consciente de que mi marido padecía un cuadro grave con mal pronóstico, pero eso no justifica esas negligencias que agravaron su estado y su sufrimiento. Menos aún puedo tolerar que en el mencionado informe de alta afirmen textualmente que “desde un principio se informó a su esposa de todos los intentos por mejorar su estado”. No solamente se me ocultó la complicación de la úlcera infectada sino que se falseó el hecho de que, lejos de mejorarla, ellos mismos la habían provocado por su mala praxis. Y ello fue causa directa para que se le tuviera que sedar finalmente el día 18.

No voy a extenderme más pero no quisiera finalizar sin mencionar el “magnífico” comportamiento del hematólogo que llevó su caso los últimos ocho años. A raíz de su ingreso, el 23 de mayo, acudí expresamente a su consulta para solicitarle que le hiciera una visita en el Hospital con vistas a continuar el tratamiento. Por dos veces se lo pregunté, y por dos veces se comprometió a hacerle un seguimiento. No apareció por allí jamás.

Paquita Martínez Quiñones

Oviedo

Cartas

Número de cartas: 45994

Número de cartas en Septiembre: 98

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador