Las declaraciones bárbaras

Por una vez y sin que sirva de precedente vamos a escribir de cosas serias. El excelente campeón agarrado a una raqueta, Rafael Nadal, parece encontrarse en inmejorable forma fisica, ya está en semifinales del Abierto de EEUU. Va a batirse o con el suizo Roger Federer, que no se cansa de llenar de copas y medallas su abarrotada vitrina, o bien con el argentino del Potro, que mira a sus rivales como si le debieran dinero, antes de lanzar sus bombas de saque y derecha. ¿Alcanzará Rafa la final? ¿Abrazará y morderá con lo dientes el trofeo una vez más? No tengo ni idea porque acabo de cambiar de canal porque Contador y el italiano Vincenzo Nibali han puesto al rojo vivo el final de la Vuelta Ciclista a España. Araña segundos en los puertos el español haciendo a Froome desfallecer, sudar el maillot de campeón. A por él.

Tenemos que agradecer a nuestros antepasados más remotos las ventajas del descubrimiento del lenguaje. Gracias a las palabras, no sólo podemos engañarnos a nosotros, sino engañar también a los demás. Lo que antes requería, para su inmediato cumplimiento, de un sonoro gruñido acompañado de blandir amenazadoramente un palo en la mano, con el firme propósito de intimidar al invasor, ahora, sirve con la voz "¡Fuera de mi charca o te doy una leche!". La chica que publicó en Facebook un comentario desafortunado sobre la portavoz de Cs, ha sido fulminante despedida de su trabajo temporal en la sociedad de tasaciones inmobiliarias Tinsa. Todos los partidos sin exclusión ninguna, han mostrado su repulsa, pero las declaraciones, que fueron bárbaras y terribles, porque las amparaba el anonimato de las redes sociales, no son menos ofensivas e hirientes que las que se dedican a diario estos mismos políticos tan escandalizados, e incluso algunos periodistas, y aquí no pasa nada. "Follarse a pijas es follarse a la derecha", Pablo Iglesias de Podemos; "cuando eres una estrella, (las mujeres) te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el coño. Lo que sea", Donald Trump, presidente EE UU; "cuando veo a los de Podemos, si llevo la pistola, disparo", Federico Jiménez Losantos (periodista radiofónico de ocasión). ¿A estos alguien los despidió o denunció?

Los españoles no debemos ser tan críticos con nosotros mismos, tirando siempre piedras a nuestro maltrecho tejado. Tenemos muchas y notables cualidades, heredadas de la bruja adivina Lola, la que de caerle mal te pone dos velas negras. ¿Alguien duda de nuestro especial don para la anticipación? A la segunda guerra mundial la precedió la nuestra del 36 y a la tercera, que dicen que será la vencida, porque sólo quedará con vida, encerrado herméticamente en el búnker, el provocador Donald Trump, también la va a preceder la nuestra. En Cataluña, sin ir más lejos, la Dirección General de la Guardia Civil ha suspendido el mes de permiso a todos sus agentes, mientras el Ministerio del Interior, que no le va a la zaga, ha comenzado a enviar a Cataluña a agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional para reforzar la seguridad de los organismos públicos del Estado ante la escalada del proceso independentista. Lo que mal empieza mal acaba y, es que son muy indisciplinados.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, sin darse cuenta ha metido el dedo en la llaga. Lo ha hecho en una entrevista, donde deja entrever la verdad de su transparente y cándida ingenuidad, con unas declaraciones sobre status, mujer y feminismo. Siempre mirándose el ombligo desde su atalaya (contexto privilegiado y sus circunstancias), donde soplan vientos favorables. "Esta frase es una broma que repetimos entre las chicas del equipo..., decimos que sin tacón no hay reunión y también que hay que hacerse la rubia, pero sin bajar la guardia. Cuando te reúnes con hombres y te haces la rubia, pero sin bajar la guardia, consigues muchísimo más".

   Es el duelo antagónico de los instintos más primarios. La seducción de la presa que provoca al cazador. Caperucita vestida de rojo, y el lobo feroz.

El tiempo quita y da razones. Es cuestión de paciencia y de saber esperar. El TramaBus de Podemos avivó la polémica poniendo el dedo en la llaga. Incluyó a políticos y a periodistas, todos dentro del mismo saco, algo inadmisible e inconcebible. Al periodista le rodea el áurea del código deontológico. Osado dedo el del acusador que se vuelve contra la libertad de expresión. No hubo mucho sin embargo que esperar. A la par del bus aparecen nuevos casos de corrupción. Echan el guante a Ignacio González, expresidente (PP) de la Comunidad de Madrid, por el desvío de fondos del Canal de Isabel II y el director de 'La Razón' (también está implicado el presi), el mastuerzo televisivo Francisco Marhuenda, es investigado por coacciones a Cifuentes, para impedir la investigación de los fondos del Canal.

   Les mantendré informados.