Una reflexión sobre el derbi
Una reflexión, sui géneris, sobre el derbi que se jugó el pasado sábado en El Molinón.
Este partido, después de un lapso de catorce años, tuvo la gran expectación, y el gran ambiente que era de esperar. No faltó tampoco el “pique” entre ambas aficiones y, como novedad, el gran acierto de la interpretación del himno de Asturias.
Pero para mí, a este sabroso pastel le faltó la guinda que le habrían puesto si en el campo hubiese habido algún jugador asturiano carismático, léase Berto, léase Villa, léase Oli, o los más cercanos que, aunque después de remar y remar, quedaron a la orilla como Cervero, Esteban, Nacho Cases o Michu.
Os podéis figurar, con todos los respetos y admiración para Toché, lo que habría sentido la forofada oviedísta y, también la sportinguista, si hubiera sido Michu el autor del gol. Algo inenarrable.
Esperamos, y deseamos, que en próximos derbis (que los habrá), Mareo y El Requexón tengan sobre el césped una notable presencia.
Y finalmente, comprender la actitud de los jugadores de ambos equipos al finalizar el partido. Unos jugaban en su campo, iban a ganar. Otros eran los visitantes, para ellos el no perder era un buen resultado. De ahí esa decepción, y esa alegría, de unos y otros.
Urbano Torre Álvarez, Gijón
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