Un tiempo nuevo para el medio rural en Asturias

Hemos tenido que esperar a la recta de final de las primarias en Asturias para certificar lo que intuíamos de antemano respecto a los planteamientos sobre el medio rural que llevaba en la mochila la candidatura de Adrián Barbón. Ni están ni se les espera, más allá de las continuas alusiones a sus compañeros de viaje, más guiados por la oportunidad política que por la defensa de un ideario rural claro y coherente. Es muy triste para una región como Asturias, y más para los socialistas rurales asturianos, que quien se siente capaz de encauzar nuestro proyecto político no tenga una idea de futuro para nuestros pueblos y aldeas. Señor Barbón: las propuestas han de ser claras, para que las entienda la militancia y la sociedad y en consecuencia las respalde; coherentes con nuestro ideario y nuestro territorio, para no perder nuestras señas de identidad; viables en lo económico, para poder desarrollarlas; y ejecutables en el tiempo, para poder poner freno con rapidez a los males que afectan a nuestra región y muy en particular a nuestro medio rural. El resto, compañero, son cantos de sirena, mensajes vacíos cargados de tintes populistas y palabrería barata que se asemejan más a los que lanzan los partidos nuevo cuño que a la esencia de un partido con más futuro que historia. Como reza uno de sus lemas, o cambiamos o nos cambian, pues debe usted empezar por aplicarse el cuento. Le recordamos que lleva como compañera de viaje, mejor dicho como directora de orquesta, a quien enfrentó el partido con nuestros paisanos, a quien originó un descrédito rural hacia las políticas socialistas y una sangría de votos que llega hasta nuestros días. Y aunque no les parezca, esos votos tendrán un papel transcendental en un futuro muy próximo en el marco de procesos electorales caracterizados por una fragmentación del voto cada vez mayor.

La reconquista del voto rural no se puede basar en una delegación personalista de las funciones de nuestro secretario general, el desarrollo rural no es cosa de amigos. Necesitamos un secretario que se baje al barro, que se empape de los problemas de la militancia rural y que los asuma como propios, y usted señor Barbón no lo ha hecho. Le recordamos que el arte de la buena política es escuchar al pueblo y buscar soluciones a sus problemas, y tenemos claro que su ausencia de propuestas viene dada porque no se ha enterado de la problemática rural asturiana. Su continua fijación del Pajares hacia abajo y los ejercicios de procesión y predicación, séquito incluido, de una nueva doctrina de casa del pueblo en casa del pueblo no le han permitido empaparse de la realidad rural. Como le pasó a José María, no podemos debatir sus propuestas porque no las hay, posiblemente porque para usted la aldea está perdida, como diría su paisano Palacio Valdés. Esa ausencia de debate la supliremos con la presentación de los postulados rurales que José María asume en su candidatura, y todo se a dicho de paso, si usted sale secretario regional intégrelos en sus políticas, los militantes y los habitantes rurales se lo agradeceremos eternamente.

Por contraposición, José María y los compañeros que lo arropamos en su proyecto político tenemos claro que estamos ante un tiempo nuevo para el medio rural en Asturias. Estamos ante un cambio de paradigma en las políticas rurales, posiblemente la subvención y “el café para todos” esté ante sus últimos días. Debemos adelantarnos, centrar nuestros esfuerzos y recursos en generar las condiciones estructurales que permiten el despegue las de más de tres cuartas partes de Asturias que supone el medio rural, convirtiéndolas en un nuevo nicho de empleo que permita asentar actividad y nueva población. Sólo así lograremos fijar jóvenes al territorio y cortar la sangría demográfica que asuela nuestros pueblos. Señor Barbón, la despoblación no se combate generando tal o cual secretaría o comisión, se combate generando condiciones estructurales que permitan a los jóvenes desarrollar su futuro en el campo. Para lograr estos propósitos algunas de las líneas estratégicas que se proponen son las siguientes:

-Participación efectiva de la población rural en las políticas y programas de desarrollo rural.

-Un modelo de desarrollo rural basado en la armonización de la conservación y la explotación sostenible de los recursos naturales.

-Más formación, más transferencia de conocimientos y en consecuencia más innovación aplicada al medio rural.

-Reducción de la carga burocrática que desanima al emprendedor y ahoga las posibilidades de desarrollo rural.

-Mejora de las comunicaciones tanto por tierra como por aire de nuestros pueblos: telefonía móvil, banda ancha rural y mejora de los accesos a los recursos naturales para su aprovechamiento óptimo.

-Ordenación productiva del monte, el 80% de la región, para lograr un óptimo aprovechamiento sus recursos y evitar así los incendios forestales, haciendo de él un recurso de futuro que ayude a oxigenar la base territorial de las explotaciones agrarias.

-Recuperación de la agricultura como seña de identidad del medio rural de asturiano, basada en los cultivos tradicionales así como en la incorporación de otros que puedan presentar óptimos rendimientos. Con especial atención a la agricultura de proximidad en ámbitos urbanos y periurbanos.

-Apuesta por la ganadería extensiva en base a las razas autóctonas como motor de conservación del paraíso natural y fuente de provisión de materias primas y productos de alta calidad.

-Reducción de los conflictos con la fauna salvaje en lo tocante a daños sobre la cabaña, a la sanidad animal y las superficies agrarias.

-Apuesta por el sector forestal como pieza clave para aprovechar las superficies arboladas y para poner a producir las vastas superficies recubiertas por matorral.

-Impulso de una industria agroalimentaria amparada en productos de calidad y defendida por marcas de calidad.

-Conexión de sector primario, la industria agroalimentaria y el turismo rural como estrategia de consolidación y fortalecimiento de las economías rurales.

Alberto Valle Villaverde, Cangas de Onís, y Amable Fernández González, Soto Agues (Sobrescobio)