Parásitos sociales
“Del mundo y de la vida”, como decía Nietzsche en su obra “Así habló Zaratustra”. Aunque para nada comparto su visión de las mujeres, sí hay algo de cierto cuando dice que algunas personas son como él decía o actúan a modo de “sanguijuelas”. Es decir, se alimentan siempre de quien es otro al no tener otra forma de sustentar sus vidas. Además de ansias de poder que pueden ser, en ocasiones, del todo injustas y pretendidas. Al igual que la ociosidad suele ser la madre de todos los vicios. Y es que hay “personas” de gran parecido a parásitos sociales que no encuentran otro aliciente en sus vidas que alimentarse constantemente del otro. Si no pierden o creen perder lo que deriva de sus preocupantes y entristecidos dramas vitales. Y estas formas nocivas de andar por la vida no debieran permitirse. Y cada cual sea todo en arreglo a quien es o pudiera ser, y el que debiera pagar en tal caso, quien es, sea la misma persona. No quien cae por circunstancias de la vida “en telarañas del mal”, en las que no se puede hacer nada para evitar que así sea. Por ancestral que pudiera resultar todo, a veces es del todo así. Muy a mi pesar, aún vivimos entre gentes con tales interpretaciones y concepciones del mundo y de la vida.
David Piquero Soto
Langreo
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