Ramiro y Esperanza, Abuelos del año
Queridos amigos Ramiro y Esperanza:
En primer lugar, agradeceros el que podamos llamarnos amigos vuestros; tal es vuestra empatía, campechanía y simpatía que, desde el primer momento, la amistad llamó a nuestra puerta y ésta se abrió de par en par.
Viene a cuento este escrito por el justo nombramiento que se os hizo en el Centro Asturiano de Oviedo como “Abuelos del año” 2017.
Hemos querido dejar pasar unos días para que no nos afectara el calor del momento y pudiéramos dedicaros unas líneas sin expresar con demasiado énfasis nuestro afecto hacia vosotros.
En primer lugar, destacar la justicia en la propuesta y en el nombramiento. Pocos como vosotros podrían ser los “Abuelos del año” en el Centro Asturiano, por el amor a esta entidad, asturianía, antigüedad, experiencia y la simpatía que derrocháis en cualquier momento que se os tiene enfrente.
Nos emocionó una frase en el discurso de recepción del título, ante el presidente del Centro; una frase que viene a demostrar vuestra sabiduría, de la que en muchas ocasiones nos nutrimos. La frase es (perdonadnos si no la transcribimos con exactitud literaria): “La vejez es la facultad de escuchar el silencio de los recuerdos”. ¿Cabe mayor verdad? ¿Existe mejor interpretación filosófica?
Entendemos, queridos amigos, que el “silencio de los recuerdos” sólo se da en las personas que, como vosotros, tienen una conciencia muy tranquila, con una red de comunicaciones neuronales por las que discurren en perfecta armonía los recuerdos; y de ahí ese silencio.
Nos emocionó a los asistentes la semblanza que hizo de vosotros don Alfredo Canteli, presidente del Centro Asturiano; y nos emocionó, Ramiro, tu discurso lleno de frases sugestivas y sugerentes. Vuestra larga familia debe estar muy orgullosa.
Son muy grandes los deseos de expresar vuestras cualidades, pero por dos razones de peso no seguimos: la primera es la humildad que lleváis por bandera y que envidiamos y respetamos; y la segunda es el espacio que podemos disponer en el periódico por estos escritos.
Ramiro y Esperanza, reiteramos nuestra felicitación y justeza por ser los “Abuelos del año” en el Centro Asturiano, y, de paso, pediros un deseo: por favor, no dejéis de ser nuestros amigos y, por favor, seguid mucho tiempo entre nosotros, os necesitamos.
Un fuerte abrazo
Juanita García Cantarero y Enrique Fernández Sierra
Oviedo
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