José Viñas y la Iglesia, erre que erre
En su carta del 11 de septiembre en curso, se pregunta ¿por qué Dios permite estas cosas? Sus afirmaciones podíamos calificarlas con el dicho “vuelta la burra al trigo”. No se ha enterado que para Dios todo es presente y que nos ha creado libres (y por supuesto quiere lo mejor para todos por su condición del Creador yPadre nuestro). Usted sólo censura a sacerdotes, obispos y ahora al cardenal Blázquez, cuando hay desgracias (rayando en la descalificación, y a veces superándola); nunca elogia las buenas obras, la labor callada y meritoria de la Iglesia. ¿No se ha preguntado, si en todas esas desgracias tendrá algo que ver la mano del hombre? ¿Es EE UU un país pobre, víctima de la fuerza de la naturaleza, como usted afirma? ¿Se ha preguntado por qué Dios le permite expresarse libremente, casi a diario, en este medio, casi siempre con la censura en la mano en sus escritos? (también aparece Rajoy en su última carta, negativamente, claro).Dios no nos ha hecho nacer para morir sin más, como usted dice; que triste sería si eso fuera así, presentarse ante Él con las manos vacías después de toda una vida. ¡Claro que puede corregir errores y pedir disculpas por sus maldades e imperfecciones!, lo que parece dudar (el Papa ya lo ha hecho varias veces por los errores del pasado) y la Iglesia le acogerá de mil amores (“hasta setenta veces siete” dice la Biblia). No pretendemos explicar científicamente las cuestiones divinas, no intentemos pedir cuentas a Dios de lo malo que nos ocurre, ni siquiera juzgar a los que no piensan como nosotros. Aceptemos con resignación lo que a cada uno nos ha tocado, y pensemos que la vida no se acaba en este mundo, y será Dios el que juzgue a cada uno de nosotros por sus obras.
Ángel de Vega Gómez
Oviedo
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