Latidos de Valdediós con síntomas de taquicardia
Resulta difícil creer que quien utiliza los medios de comunicación opinando sobre lo divino y lo humano diga sentirse indiferente ante la independencia catalana y afirme taxativamente no tener convicciones políticas, cuando se supone que da su voto en las elecciones generales a una opción política determinada.
A tenor de su reciente artículo en LA NUEVA ESPAÑA sobre las reivindicaciones de las minorías nacionales y la cuestión catalana, es evidente que tiene una opinión ideológica sin paliativos y muy clara.
Otra cosa muy distinta es que en su reflexión estén claros los conceptos y que la argumentación tenga una base moral que brilla por su ausencia. No se puede confundir unidad con uniformidad, ni establecer, a priori, un antagonismo entre lo particular y lo universal.
Desde una reflexión de la moral cristiana y una teología de la Encarnación las conclusiones son, sin duda, diferentes a las que usted ha llegado y expuesto para influir en sus lectores.
Por otra parte, en las Constituciones y las leyes de los Estados no siempre están recogidos todos los derechos democráticos de los pueblos; por lo que quiero concluir, citando al sabio obispo de Huesca Vidal Cañellas, catalán de Lleida, que en el año 1217 escribió en el preámbulo de la compilación de leyes del primer Código del Reino de Aragón estas sabias palabras: "Deficiente foro, ad sensum naturalem recurratur" ("cuando la ley es deficiente téngase en cuenta el sentido común"); máxima aplicable también para el Estado de Derecho.
José Ramón García Fernández, excapellán del HUCA, Villaviciosa
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