Polémica distinción en Siero
La propensión natural del que escribe es ofrecer como fruto sus investigaciones. Mi postura no es la de descubrir, sino la de quien quiere ser útil y ayudar a fijarse en algunos detalles. Viene todo esto a cuento de que la Corporación de Siero dividida acordó, en el pleno del pasado mes de julio, nombrar hijo adoptivo del concejo al exalcalde socialista Juan José Corrales Montequín, con el rechazo de una parte de los grupos, como así lo refleja claramente la exigua mayoría, solo un voto de diferencia.
Esta bulla veraniega de nuestros políticos, unidos en desacuerdos por una propuesta que cualquiera con un mínimo de sensibilidad y cerebro no la hubiera hecho, ya que nace polémica y sin consenso, y este tipo de reconocimientos debería tener la amplia mayoría, es algo que no se puede banalizar, debe reunir unas circunstancias que no se pueden tomar a la ligera. El portavoz del Partido Independiente en Siero, Juan Camino, defendió la propuesta de nombrarle hijo adoptivo y darle su nombre al Auditorio de la Pola, olvidándose de las malas razones y explicando las buenas, que pocos son los políticos que han presentado la dimisión en nuestro país como lo hizo Corrales, por un error como el suyo. Camino, compañero y concejal de Hacienda en su mandato, dice que es muy difícil no encontrarse en cualquier rincón del concejo con obras realizadas bajo su mandato, y destaca la Casa de la Música, la Casa de la Cultura y el Auditorio de La Pola, no menciona ninguna de las muchas promesas incumplidas en el concejo, que el ciudadano no tiene el privilegio de conocer y que enumerarlas todas faltaría espacio, lo de la Plaza de Abastos, en la villa capital del concejo y las de muy cerca, en la explanada de Solvay en Lieres, no intento colar sombras sobre la labor del señor Corrales, sí recordarles algunos momentos que nos regaló y que ustedes valoren. Fue Corrales el que espetó a los polesos aquello de que la Pola “tendrá que tragar” un gobierno de izquierdas, fruto del pacto PSOE-IU-Conceyu, muy molesto porque el PP le venció en buena lid democrática. Corrales fue el que, para solucionar la crisis de los niños rusos, acudió personalmente a París, el que propuso rodear con un vallado el poblado gitano de Granda para acabar con los problemas a la vecindad paya, el que se dotó de un guardaespaldas para los Huevos Pintos, el mismo que propuso llevar al cuartón a los menores que consumieran alcohol o fueran sorprendidos pirando clase. Corrales, el que dijo que el “botellón” era cultura. Corrales, el que reclamó de forma vehemente la construcción inmediata de un apeadero de Feve en Xixún, que llevaba construido ya seis años. Corrales, el que sin aviso a la ciudadanía permitió cortar la luz en toda la Pola y poner a repicar las campanas como protesta contra la guerra de Irak. Muchos otros son los hilarantes momentos que nos ofreció Corrales, yo no sé si pesan más los aciertos que los errores en su gestión en favor de los ciudadanos, ni si es merecedor de este tipo de homenaje, se habla de falta de responsabilidad política a los responsables del PP, al haber votado en contra la propuesta del PINSI, y me saltan recuerdos de no hace muchos tiempo, cuando el portavoz del grupo municipal socialista en Siero, Ángel García, anunciaba la oposición de su grupo a la concesión del título honorífico de Hijo Predilecto de Siero al obispo Juan Antonio Martínez Camino. Para el portavoz socialista Ángel García, el hecho de que Martínez Camino ocupara cargo relevante dentro de la Iglesia –además de obispo, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española– no le pareció argumento suficiente para su nombramiento. Proclive a resaltar virtud alguna en este vecino nacido en Santa Cruz de Marcenado, Ángel García, para justificar su rechazo al nombramiento, recrimina opiniones de Martínez Camino que están llamada a defender y salvaguardar lo que pertenece a la doctrina y a la tradición de la Iglesia y pidió a Foro Asturias que explicara a los vecinos y a los grupos políticos las razones que la han llevado a defender la propuesta.
No podemos sino resistirnos a los malos augurios y a la inanidad de nuestra vida política.
Benigno Martínez-Fuego
Marcenado (Siero)
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