La carta

Quizá nuestro universo sea sólo una de las infinitas celdas que componen un inmenso panal de infinitos panales. Fascinado por la fuerza gravitacional que otros universos ejercen sobre el nuestro, que nos aproxima a la teoría de que existe un número indeterminado de 'multiversos', allí me colé, por un atajo interestelar, o sea por un agujero negro de esos sin posibilidad de retorno, para que nos entendamos. Aunque algunos de estos universos paralelos tengan leyes físicas distintas a las nuestras. Allí pude comprobar que las disparatadas teorías que algunos científicos defienden de que los habitantes son dobles, réplicas a nosotros con vidas diferentes, pues es falso. Es cierto que viven con nosotros en el panal de rica miel, sí, pero a su aire y sin parecerse en nada a nosotros, ni falta que hace. Activé el traductor del celular en alfabeto arameo para preguntarles si manejar el tiempo y el espacio a antojo nos hacía a los limitados terrícolas (atrapados en el espacio-tiempo) vivir una gran mentira, metidos en una burbuja, vigilada por los atentos ojos de otros seres más avanzados e inmortales. Uno de ellos, el que más se parecía a mí, me contestó: "Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti". Así que es verdad que son réplicas idénticas a nosotros, qué lástima.

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto, decía el filósofo griego Aristóteles. ¿Estaba equivocado?, todo puede ser. A tenor de los recientes descubrimientos y últimas teorías del multiverso, aunque pueda parecer inverosímil, es posible habitar al mismo tiempo varios sitios a la vez. Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y su homóloga en la ciudad condal, Ada Colau, se han visto las caras en un programa de la tele para analizar la situación en Cataluña. Huelga decir que como en el asunto del multiverso yo no entendí nada de lo que decían, si estaban en misa o repicando o no estaban presencialmente allí, o todo era producto de mi imaginación. "Hay que feminizar la política, bajar la testosterona y superar las dicotomías de blanco y negro", apostilló la Colau. O sea cambiar la espada por veneno y la autoridad por dar la otra mejilla. Por darle color, vamos.

La política española no sirve ni como alivio antihemorroidal, ya que hacer uso continuado de ella produce más picor y escozor. Es como aquella secuencia de "El último tango en París", en la que el actor Marlon Brando, le suplica a la guapa actriz protagonista, que si por favor tiene la amabilidad de aliviar su mal, que es muy maleducado, porque se aloja en el recto, que es justamente donde la espalda pierde su nombre. Desafortunadamente en política cuanto más rascas más pica. 'Foro' prohíbe un acto sobre el referéndum de Cataluña programado en el centro municipal integrado de El Llano. Las balas enemigas silban cercanas. Ya llegaron a Gijón, a mi barrio, justo cerca de mi casa, que es particular. La ciudad huele a chamusquina porque no ha tardado en llegar para prender la mecha el diputado de ERC Joan Tarda y Coma. Para PSOE, NoPodemos e IU, que discrepan en cuanto a la posición beligerante del Gobierno local de 'Foro' contra 'Juan el conquistador', se trata de un ataque a la libertad de expresión. De momento ya hay concentración de protesta en la Plaza Mayor, y no se descarta que el asunto pueda acabar en los tribunales.

Hace unos días que salió publicada, en la página web de LA NUEVA ESPAÑA, una carta mía escrita en dialecto autóctono asturiano, con mi nombre en bable y mis apellidos. La carta es mía, lo certifico. Pero permítanme explicarles (será breve, es poco el tiempo ya que me queda) las excepcionales, las oscuras circunstancias que anteceden y rodean la existencia de la carta. Sabéis, por las historias ya contadas en cómics y en relatos, de mi afición por la aventura, que, junto a mis fieles e inseparables Crispín y Goliath 'tragaldabas cascanueces', me gusta llamarle, cariñosamente, se hacen agradables y llevaderas, menos angustiosas y penosas. Pero un sexto sentido o qué sé yo me avisa de que a mi amada y enamorada, la princesa Ada de la ciudad condal (ya pasé de la remilgada Sigrid de Thule), la acechan serios peligros. Así que al trote de caballo, los tres, hasta las mismas puertas del ayuntamiento de la ciudad condal "¿¡Quién va, santo y seña!?", "El Capitán Trueno ¡Santiago y cierra, España!". Y se lió el pifostio entre las fuerzas secesionistas catalanas y un servidor que, junto al fiel Crispín y Goliat, que reparte ahora coscorrones y mandobles por doquier, blandiendo la espada hago una escabechina zas, zas, que el obligado comportamiento políticamente correcto actual no me permite detallar, de buen rollito entre las diferentes culturas de las distintas civilizaciones. Hiriéndome ellos a mí, en el fragor de la lucha, acorralándome contra la puerta del ayuntamiento. Chirridos salvadores de cerrojo, una mano me arrastra hacia el interior, "¡Ada!". Y los blancos dientes de mi amada se clavan en mi garganta inoculándome el letal virus secesionista. Siento paz, ahora, echado en el lecho, rodeado por mis amigos: Crispín baila al son de la gaita; el tragaldabas Goliat se pone hasta las trancas de fabada y cachopo, y mi enamorada Ada, me mira como a un niño, mientras me da la pluma y el papel.