«Mareona» rojiblanca
Soy una de los pocos sportinguistas que el domingo día 14 se desplazaron a Bilbao para animar al Sporting de Gijón. Digo pocos, porque si nos hubiesen dejado hubiéramos sido muchos más.
No llego a entender por qué últimamente nos están boicoteando. ¿Acaso somos tan violentos como los hooligans ingleses? Porque, si no, no me lo explico.
En Santander no hubo entradas para los aficionados visitantes, y nos tuvimos que conformar. Pero que en Bilbao nos pase algo parecido y encima con recochineo... la cosa ya empieza a oler un poquito mal. De 2.000 entradas que estaban a disposición del equipo visitante, sólo nos vendieron 250... y de milagro. Decían que por problemas de seguridad. Y yo me vuelvo a preguntar: ¿es que somos como una plaga de langostas que arrasa allá por donde va? Ya el año pasado el Sporting estaba en Segunda División, hubo muchos desplazamientos y, que yo sepa, nunca hubo problemas ni la «mareona» causó destrozos en absoluto. Al contrario, nos dejamos mucho dinero en las entradas, hoteles y restaurantes de la ciudad en cuestión, pero en algunos sitios parece que nuestro dinero estuviese maldito. Hacen todo lo posible para que no haya una «mareona» rojiblanca, cuando nosotros lo único que queremos es apoyar a nuestro equipo y, de paso, conocer un poco más España, relacionarnos con otra gente, pasarlo bien... Pero, a la vista de lo sucedido, es posible que no haya más desplazamientos, al menos en los campos del norte del país.
En cambio, cuando vienen a Gijón los tratamos a cuerpo de reyes, les hacemos espichas y nunca he visto en los alrededores de El Molinón lanzar botellas a la afición contraria ni insultarlos, como nos ocurrió a nosotros el año pasado en Vitoria. Está claro que siempre hay quien meta un poco la pata, igual aquí que en todos lados, pero, en general, nunca he visto ese comportamiento por parte de nadie del Sporting, ni de los aficionados ni de la directiva, hacia otros clubes.
Lo que me incita a pesar que lo que en realidad pasa es que otros equipos no tienen una afición como la nuestra, dispuesta a viajar, a pasar frío, a animar a pesar de los resultados y a sentir los colores de esta manera. No les gusta que haya más gente del equipo contrario que de los locales en el campo y no quieren que ruja la «mareona» por toda España.
Ésta es mi humilde opinión, espero no ofender a nadie y si alguien la comparte... me alegro.
Saludos y... ¡Puxa Sporting!
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