Resurgen las momias del fanatismo
Entre exigir cumplir la Ley y hacer respetar la constitución a quienes pretenden por su cuenta una secesión territorial; y los que intentan contrarrestarlo con símbolos, emblemas, cánticos y estribillos usados de tal modo que recuerdan a lo más casposo de un patriotismo fanático, rancio e impropio de personas sensatas; me quedo con quienes bajo la responsabilidad personal no se dejan llevar por la masa enardecida ante situaciones como la actual y se dedican a ser reflexivos confiando en la fuerza de nuestro estado de derecho; sin demostraciones fuera de lugar.
Ustedes cómo españoles pueden colgar la bandera de España en su ventana, pueden lucirla por las calles, pueden incluso vitorear a las fuerzas del orden; pero sin odio y venganza que les resalte ese tufo antidemocrático que rezuma en algunos; ya que entonces estaremos dando alas a un número mayor de separatistas y justificación para huir de quienes les odian.
Hacer cumplir la Ley con contundencia no es tomarse la justicia por su mano y alzarse tal fuera la edad media cómo energúmenos ataviados con fesorias, palas de dientes, enfurecidos cómo alimañas en busca de un enemigo en común. Ahora ¡no! estamos en el siglo XXI, el enemigo somos nosotros mismos, que incapaces de pactar nada, acordar nada, solo buscando el propio interés de partido; tampoco en esto los políticos son capaces de encontrarse.
Ya debieran, en la semana anterior al proceso del referéndum reunir un comité de emergencia, no solo de Ministros, también el resto de partidos y organizaciones sociales, empresariales y sindicales. Y de allí, no salir día y noche hasta encontrar una solución y medidas a tomar contra todos aquellos que pretenden estar por encima de bien y del mal. Por no hacerlo, tendremos cada día un número mayor en la calle de radicales y fanáticos patriotas en busca de venganza, y eso no es bueno para nadie. Algunos, tal momia franquista, que adormecida esperaba al acecho la mínima oportunidad de sacar su verdadero YO, y salir a cantar la canción del verano de hace 50 años: el "cara al sol"
Solo espero que el gobierno y los partidos de la oposición se den cuenta que estos individuos y colectivos radicales y fanáticos, no son un respaldo y buena compañía.
Pónganse las pilas y gestionen bien este conflicto, no lo tomen cómo guerra entre españoles.
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