Ya no hay marcha atrás para ninguno
Cuando alguien se dispone a desarrollar un proceso de independencia; QUE MENOS QU..., haber discutido antes el nuevo encaje para poder sortear y saltarse las normas escritas entre todos en la constitución.
Si después de todo ello, creen que existe un derecho que les asiste a seguir con el plan unilateral de independencia, QUE MENOS QU..., cerciorarse del apoyo internacional, si fuera de nuestras fronteras les queda algún resquicio de legitimidad para no afrontar por si solos semejante empresa.
Después de ver que ni las Leyes de aquí y de allá les permiten autoproclamarse regidores de un espacio y de las personas que lo ocupan, QUE MENOS QU..., ante sus ciudadanos, todos, no solo los que están con ustedes, les convencieran de que su huida hacia adelante, no les lleva a ninguna parte. Imaginemos que convencieron al 90% de los catalanes, QUE MENOS QU..., echar números y saldar cuentas con el Estado Central en todo lo referente a Aeropuertos, Puertos, Hospitales, empresas, organismos, Escuelas, Universidades, edificios, estaciones, infraestructuras en general, deudas y pagos que deben asumir y pagar al Estado Español para apropiárselas. Ya que si se disponen a requisar y ser dueños de un territorio con material y personal, que menos que pagar un PRECIO JUSTO por ello ¿O acaso pretenden auto independizarse apropiándose de todo y no asumiendo nada?
Luego, entiendo que no es una negociación de cuatro meses, pensionistas, empresas, seguros, funcionarios que dependen del Estado, fronteras, espacio aéreo, delimitar el espacio marítimo, trasferencias que no tienen asumidas, fondos de la UE que perciben y dejarán de hacerlo, etcétera. Entre otras cosas ¿Qué hacer con los catalanes que quisieran seguir siendo españoles? ¿Qué hacer con los españoles que interpretan que Cataluña es tanto suya, cómo nuestra?
Creo que éstas y otras muchas preguntas, entre gente racional, debieran estar contestadas antes de emprender sueños, sentimientos que por muy arraigados que los tengan en su mente y corazón no son referencia de nada cuando lo queremos trasladar al estado de derecho, responsabilidad y compromiso con las normas internacionales y nacionales. Podemos hacer nuestras leyes en casa, jugar con nuestros niños a ser Reyes o Presidentes de nuestra cocina y del cuarto de baño, escribirlas en el ordenador e imprimirlas, pero serán papel mojado cuando pretendamos aplicarlas y sacarlas de puerta para afuera. Menos querer aplicarlas a los demás ¡Es de locos, iluminados o simplemente irresponsables y mal criados!
Por todo ello, creo que lo que ocurre en Cataluña es sinónimo de las últimas sinrazones e incapacidades de pacto de los partidos políticos, dirigidos todos ellos por líderes, segundones y asesores que si estuvieran en cualquier empresa privada, les hubieran despedido a la media hora.
Qué decir del Coronel al que encargaron coordinar y llevar a cabo los mandatos del Juez. ¿Usted no sabía que con esos efectivos no podía cubrir y llevar a cabo el cierre de más de 2000 colegios y otras tantas calles, Iglesias o edificios donde quisieran votar, metiendo a Guardia civil y policía en una encerrona, y dando alas a los violentos de ambos bandos para estropear aún más todo?
Un Juez puede ordenar, pero quien sabe de estrategias policiales y los inconvenientes que pudieran encontrarse, es usted Coronel de pacotilla.
¿Y ahora qué? Hicimos mártires y fuertes a los que debieran estar declarando ante el juez por saltarse las Leyes, mientras ese Juez mandando a los policías desalojar a palos a los ciudadanos, si bien es cierto: que desobedeciendo, participando en un referéndum declarado ilegal, añadiendo obstrucción a las fuerzas del orden que no hacían más que cumplir las órdenes de la Justicia.
Ahora, si son dos trenes que no pueden dar marcha atrás ninguno de los dos, ya que los separatistas irían a la cárcel si Rajoy les vence; y Rajoy derecho a casa (y a saldar cuentas con el juez por la corruptela) si los Puigdemont le convencieran y cediera. Aquí no nos jugamos solo Cataluña, rodeando ese territorio, aún lado y otro, esperan agazapados los dirigentes de otros lares, cómo harían los buitres aprovechando la caza de los demás.
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