Un error político lamentable
Los sucesos que se han venido desarrollando en Cataluña desde el pasado domingo, nos llevan a la conclusión de que se ha producido en grave error político por parte de los Gobiernos central y autonómico catalán. Por parte del Gobierno del PP presidido por D. Mariano Rajoy, se han quedado muy cortos a la hora de aplicar la Ley por un delito de desobediencia a los Tribunales Constitucional y Superior de Justicia de Cataluña respectivamente. Entiendo que si este Gobierno denunció ante los Tribunales la aprobación de distintas Leyes encaminadas a llevar a cabo ese referéndum, y éstos las revocaron o anularon, el mismo día que se llevó a cabo la ilegal votación, el Gobierno central tenía que haber procedido en consecuencia y ordenar a las Fuerzas de Seguridad del Estado allí desplazadas la búsqueda de los responsables de organizar esa votación, que no eran otros más que los miembros del Gobierno autonómico catalán, e incluso los miembros de la Mesa del Parlament de Cataluña. Una vez localizados todos estos personajes el siguiente paso hubiese sido ponerlos a disposición del Tribunal Supremo, acusándolos de sedición. Pero no fue así. El Sr. Rajoy y la Sra. Sáenz de Santamaría, que se encontraban parapetados en el Palacio de La Moncloa, se supone que entretenidos viendo las imágenes de televisión que ofrecían los sucesos que se desarrollaban en esa comunidad, no tuvieron las suficientes agallas para tomar esa decisión. La que tomaron fue la de "verlas venir".
Por parte del Gobierno de la Generalitat, bien que se preocuparon de incumplir las órdenes recibidas de los citados Tribunales y a su vez que su Policía autonómica (Mossos d'Escuadra) no impidiesen abrir los Colegios Electorales ni colocar las urnas, estaba todo muy bien planeado. Hasta el propio President engañó a la Policía y Guardia Civil, cambiándose de coche cuando iba camino de votar. Además de esta anécdota, los ciudadanos votaron cuantas veces les salió de las narices ejercer ese derecho en varios Colegios, sin el censo y sin necesidad de presentar el DNI. Más despropósitos imposibles de encontrar. Solo falta cruzar la última línea roja, que no es otra que declarar la INDEPENDENCIA, que dadas las circunstancias no será muy difícil ni tardará en llegar ese momento. Poco a poco los independentistas se fueron haciendo dueños de la situación que ellos mismos crearon, y las tomaron con los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, con insultos e incluso agresiones. Y la Policía de Cataluña viendo los toros desde la barrera. Y para colmo de todos los males los hoteles ordenaron a los Policías y Guardias Civiles que abandonasen los alojamientos. Hubo muchas más cosas que sería largo detallar en esta triste carta. Tengo que reconocer que violentos los hubo por ambas partes.
Tengo la plena convicción de que nuestro Presidente del Gobierno Sr. Rajoy, ha hecho el más esperpéntico ridículo ante todos los ciudadanos españoles, y todo por querer tomar él las decisiones que no surtieron ningún efecto. Este señor hace bueno a su antecesor el socialista Rodríguez Zapatero. En mi opinión, lo más acertado hubiese sido que una vez que no se consiguió evitar la apertura de los Colegios y la colocación de las urnas, tendrían que haber ordenado que las Fuerzas de Orden Público allí desplazadas se retirasen para evitar todo el espectáculo que se nos ofreció a través de la televisión. Precisamente en este punto, el dueño de la cadena La Sexta del independentista Sr. Roures se ganó la audiencia del día 1-0. Ahora que no nos vengan con historias infantiles, hasta que los españoles de buena fe no veamos entre rejas a los culpables de este tremendo desmadre, no podremos dormir tranquilos. Y si no es así seremos el hazme reír de toda Europa por no decir de todo el planeta.
Oviedo, 3 de Octubre de 2017.
Ángel Muñiz Fernández.-
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