Mirando atrás con tristeza
Me pregunto si estoy airado. Pero sólo estoy entristecido y solo. Esto es pertinente, porque detrás de la tristeza está el dolor germen del enfado y detrás de la soledad el victimismo germen del rencor. El victimismo propicia equivocaciones que, cuando se justifican a través de masas populares azuzadas a la desobediencia judicial por sus líderes, hacen inútil cualquier diálogo con tales irresponsables. El sentimiento nacional de pertenencia es bueno y necesario, significa el aprecio al próximo, la participación para satisfacer necesidades mutuas, y aspirar a la universalidad. Por el contrario lo que denominamos "nacionalismo" es solamente la inflamación del ego nacional con el fin de marcar diferencias de superioridad y justificarlas con argumentaciones de falsas ofensas, y así no compartir. No se tiene aprecio a la diversidad, sino a la uniformidad compartida entre pocos. No se desea universalidad, sino formar un bloque solidario contra los otros. El problema surge por despreciar la Educación común, la comunicación tras una lengua vehicular obligatoria, o establecer un relato histórico confuso para despreciar a otros. Es posible que las Crónicas de Alfonso III hayan creado mitos. Pero sería sin afán de engañar, sino de ensalzar el bien común. Sin embargo, desde la mentira se crean mitos con intención de mal educar a los inocentes que se mecen desde la cuna.
No me lo enseñó la escuela. Y no sé cómo lo sé, pero sé que Pelayo fue un rebelde que se enfrentó a Munuza (gobernador de Gijón) y se fue a refugiar a las cercanías de los Picos de Europa, en Piloña. Al ver que se acercaba un ejército musulmán muy superior. Hizo lo que todo buen guerrillero haría: preparó una emboscada en Covadonga para enfurecerlos y que, en su furia, le persiguieran adentrándose en los Picos de Europa. Así ocurrió, y con los pastores de cabras de su lado, les acosaron con flechas y desprendimiento de rocas arrastrándoles sobre pozos y simas hacia el río Duje. Cuando dezmados salieron de las montañas, estaban esperando los cántabros a los que había avisado Pelayo. El ejercito musulmán, disperso y perseguido, abandonó el campo. Pelayo fue proclamado princeps estableciendo la capital de aquel territorio alrededor de los Picos de Europa, en Cangas de Onís. Luego se adhirieron los vascos y se recuperarían: Gijón, Lugo y Galicia. Los visigodos habían vuelto, ahora tocaba reconquistar. Muerto su hijo Favila, le sucedió Alfonso I, marido de su hija Ermesinda, e hijo de Pedro de Cantabria: de estirpe real visigoda. Alfonso II el Casto, era hijo de Munia de Álava y de Fruela I (hijo de Alfonso I), fue proclamado como rey y no como princeps. Llevó sus dominios más allá de Oporto y combatió desde Viseu. De los reinos de Asturias y Pamplona, salieron los reinos de Portugal, Castilla y Aragón. Luego, unidos Castilla y Aragón, tuvieron una fructífera vida juntos de 500 siglos como reino de España. Esto sí que me lo enseñaron en la escuela. Pero desde hace 35 años, se tergiversa la Educación y se desconceptualiza la Lengua Española llamándola "castellano". Han fracturado la Sanidad Pública y la igualdad fiscal no es tal. Se ha procurando victimismo y rencor, y han enardecido a las masas.
Convoquen elecciones. La soberanía es de todo el pueblo de España. Me da lo mismo 1/cero que 1/infinito, lo que deseo por Historia, es 1/unidad.
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