Un mal gobierno de Asturias

Señor Javier Fernández: El papel todo lo aguanta; puede cualquier indocto cómo yo, rellenar folios opinando y escribiendo de esto, aquello y de lo que crea conveniente cómo un perfecto entendido de cualquier materia. Lo que hace verdaderamente fiable y digno a las personas es su comportamiento y compromiso a lo largo de su vida. "Por sus hechos los conoceremos".

¿Cómo valora sus años al frente del Gobierno de Asturias? ¿Cree que usted, está para dar lecciones de nada, después de cómo deja Asturias y rememorarle cómo presidente de una Gestora que regaló el gobierno al partido más corrupto de Europa, destituyendo a su secretario general elegido por las bases sin consultarles a ellos tamaña jugarreta? Ahora veo porqué en su discurso sólo nombra la palabra democracia en una o dos ocasiones, y es para confrontarla con los derechos constitucionales. La Constitución y cualquier ley se puede reformar sin que por ello los añejos conservadores apelen siempre al respeto de su esencia que por supuesto debe prevalecer. ¿Acaso usted tiene todos los argumentos para apelar a tiempos muy pasados para mantener un sistema que se cae por sí solo?

Estoy en contra de saltarse las leyes, pero nunca la Constitución puede estar por encima de la democracia y de lo que representa (constituciones las puede redactar cualquier dictador). Una democracia sólo se consigue con leyes aprobadas, reformadas y derogadas por toda la sociedad, y el respeto hacia las mismas. La Constitución actual es redactada en unos tiempos difíciles de encuadrar en una democracia consistente, con distorsiones mentales de estar 40 años bajo dominio y represión. Esa misma Constitución de 1978 al menos debe adaptarse a los tiempos tecnológicos actuales, pero a ustedes les cuesta entrar en ello, incluso ¿por qué no? quizás hay que cambiar el modelo autonómico, restarle competencias o darle más poder, entendidos tiene la causa. ¡Ya sé! Algunos tienen el concepto de democracia parecido a cómo la interpretan los dirigentes catalanes, si una ley no me gusta, la cambio y me autoproclamo presidente único de mi parcela, o se constituyen cómo algunos en presidente de una Gestora ninguneando y riéndose de las decisiones de los militantes. ¿Usted tiene la osadía de dar lecciones, reescribiendo la historia y adaptándola a sus contradicciones?

Quiere decirse, que usted bien puede hacer plasmar sobre el papel un discurso perfecto, lleno de historia, que por supuesto tiene que servirnos de referencia, pero jamás los mismos aciertos y errores del pasado tienen una traslación en el tiempo. Todo cambia y todo evoluciona a un ritmo que nos desborda. Las empresas y personas basadas en azada y servilismo de otra época a la que se refiere, nada tienen que ver con el ahora, donde las gentes dominan las nuevas tecnologías que dan portazo a la ignorancia y a la sumisión.

¿Le hervía la sangre, verdad? Estaba callado, pero de pronto ¡estalla contra los sucesos de Cataluña! ¿Qué me dice de los más de 3.400 desempleados que sumamos en Asturias este mes?

Teniendo en cuenta que usted ya no se representa ni a sí mismo, ya no le quieren ni en su partido, hablo de las bases. Por qué no dimite y a título personal escribe lo que quiera, pero mientras sea presidente de todos los asturianos, debe ser más templado, y cuando le hierva la sangre, salir al sereno hasta que le pase la frustración de sentirse una de las justificaciones y motivos por los que el gobierno catalán (aún más irresponsable que el suyo) desea la secesión, diciendo que no quiere mantener comunidades con gobiernos tan ineptos cómo el suyo, que desde que está, Asturias desciende en cantidad y calidad.

Ahora hay un secretario general nuevo, ilusionante, sin esos prejuicios y lastres de amiguetes de poco empaque, déjele camino libre para proponer y disponer; a ver si arregla este desaguisado de discordias internas y logra al mismo tiempo, sin discursos de mocín de película, entendimiento y aportación a lograr los retos que necesita este país y comunidad. Tienen una labor importante por delante, ustedes lograron hacer un país mucho peor al que recogieron cuando osaron representar cargos para los que no tenían capacidad y personalidad.

Le deseo una larga vida, entre otras cosas porque al principio le tenía hasta cariño, es buena persona, pero siguiéndole todos estos años, la conclusión es que los sentimientos (al igual que pasa en Cataluña) hay que separarlos de lo profesional y de las responsabilidades. Sea feliz en compañía de su familia, que seguro le espera con la misma ilusión que nosotros deseamos que se vaya. Un abrazo

¿Por qué lo dirigentes políticos interpretan que son necesarios y se aferran al cargo cómo lapas, aun cuando nadie les quiere y son nefastos para todos? ¡Bueno! Si les quieren, quienes le rodean y se aprovechan de su amistad, el poder tiene mucha atracción, aunque sea fatal o fingida.