La pérdida de la individualidad
La columna del lector
La pérdida de la individualidad
Rocío García Vijande, Villar (Luarca)
Estamos en un mundo realmente complejo, donde tenemos mucha información a un simple click, estamos informados hasta de lo que pasa en la otra punta del planeta con solo encender la televisión, podemos comprarnos ropa con un montón de variedades a nuestra disposición, reservamos entradas para un concierto sin salir de casa o saber dónde se ha ido algún conocido de vacaciones sin haber hablado con él.
Entonces, ¿qué está pasando para tener más variedad que nunca y parecer todos copias unos de otros?
Una mañana sales a la calle radiante, con unos playeros que te han llegado la tarde anterior y que todavía no se los has visto a nadie. Parece que eres el primero en llevarlos y eso te hace sentir especial. Te diriges a la parada del autobús y percibes que una chica también los lleva. No le das importancia, porque sólo sois dos personas y piensas que habría sido casualidad, que ella también habría visto que estaban en oferta en la página web. Sigues con tu camino y cuando llegas a tu clase, se los ves a una, dos, tres, cuatro y hasta cinco personas en tu misma aula. El sentimiento de exclusividad que tenías hace una hora se te va evaporando y eso te hace cuestionarte por qué todo el mundo viste igual.
Lo mismo pasa con la ropa, los peinados, los aparatos tecnológicos e incluso el destino para irte de vacaciones. Todos iguales, todos como copias.
Pero, ¿quién está detrás de todo esto? ¿Cómo ha conseguido que a todos nos gusten las mismas cosas?
Nunca hemos tenido tanta variedad como ahora y, sin embargo, todos seleccionamos lo mismo, por lo tanto, esto me hace pensar que quizás tanta variedad realmente no tenemos. Sólo tenemos ciertas cosas que están de moda un tiempo y que darán paso a otras cosas y así sucesivamente, es una rueda que va girando. Ahora está de moda una prenda y al cabo de unos meses nadie la lleva porque ha salido otra cosa. Y así es como se entra en la rueda del consumismo, del querer estar a la moda, de desechar lo anterior para dar paso a lo actual.
Quizás algo de culpa la tenga la globalidad, por eso de que la información se transmite rápidamente y podemos saber qué está de moda en otro país y rápidamente adoptarlo nosotros. Quizás otra parte de culpa la tengan las grandes empresas, (veáse tiendas de ropa, de videojuegos, etc.) que nos dicen qué es lo que se lleva en cada momento. Y quizás otra parte de culpa la tengamos cada ser humano, por el sentimiento de pertenencia a un grupo, por no ser la "oveja negra", por ser aceptado socialmente, etc.
O quizás estos tres elementos estén interrelacionados y no se sepa quién lo ha empezado todo, ya que es una rueda que se alimenta de la energía que la globalidad, las empresas y las personas le dan día a día cuando ven, compran y llevan algo.
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