Otra vez La Isla
Hace unos días, en este periódico y en la sección «Cartas al director» leí el artículo de Victoria González donde glosaba sobre las atrocidades que con motivo de los planes municipales se realizan en el pueblo de La Isla. Yo, leyéndola, quedé muy satisfecha y suscribo todo lo que dice. Pero resulta que esta dama no se enteró todavía de otra atrocidad que se ha realizado ya en el borde de la costa. Me referiré solamente al camino costero, que he realizado recientemente, que va desde el pedrero del pastote al pedrero de los alemanes. Resulta que este sendero ha sido jalonado cada 7 o 8 metros por mojones de cemento u hormigón, de modo tal que al llegar al pedrero de los alemanes a lo mejor se han contabilizado ya más de veinte mojones (más o menos, pues no los conté). Según el pueblo llano, es que vino Costas para marcar la costa. Esto me recuerda también que el pueblo llano allá por 2000, 2001 comentó que vinieron los de la luz y la de postes de hormigón que pusieron. Hay otras opiniones que afirman que esto es un negocio del hormigón o el cemento, y mientras más material pongan más ganan. Antiguamente en las carreteras existían los puntos kilométricos que aparecían cada cierta distancia y tenían su razón de ser. Ahora trasladen este referente a la costa. Lo que no se puede hacer es poner cada siete metros un mojón. Esto no tiene ni sentido, ni explicación, ni gracia. Y fíjense cómo se ha rizado el rizo que han puesto un mojón encima de una piedra del pedrero, como si no supiéramos que los pedreros forman parte de la costa. Ya puestos, ¿por qué no ponemos un mojón en el Peñón o en la Peña del Bolo? Lo que no entiendo es cómo se invierte el dinero en este tipo de obras y sin embargo no se invierte en realidades más palpables como es limpieza de pedreros, ríos, mantenimiento, limpieza y aumento de bosques y sotobosques, control de fauna y flora tanto terrestre como marina, variedad de horticultura, pequeñas cooperativas, intercambios, riqueza ganadera, apícola, aviar..., etcétera. Menos zarandajas con tanto centro de interpretación, estilismo, carteles de Asturias paraíso natural y más realidades que contribuyan a hacer un campo rico, ilusionado, bello y agradable. Resumiendo, que otro desmán más, y el último que se vaya que apague la luz.
Isabel García Seminario, Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo