La foto del concejal
Vayan por delante mis dudas de que esta carta vea la luz en determinado medio del Principado. Si la encuentran es que me he equivocado y pagaré mi penitencia.
El pasado viernes en una noticia sobre el Pleno del Ayuntamiento celebrado el dia anterior, aparece como complemento en casi todos los medios regionales, una foto de concejales , con un primer plano de dos de ellos que constituye toda una noticia.
Se trata de los dos que forman el grupetto mínimo del PP en el Ayuntamiento, consecuencia de un montón de acciones sectarias, injustas y prepotentes de los dirigentes provinciales y nacionales, en relación con un número mayoritario de miembros de lo que era un grupo vivo, ágil y trabajador que había llevado al partido a ser alternativa real en el Municipio.
Sin embargo un conjunto de decisiones incomprensibles de los dirigentes gordos al principio de la película, llevaron a un retraso fotográfico de treinta años en el ayuntamiento mierense para alegría de los otros dos partidos, uno de los cuales comparte incluso espacio físico (de manera interesada) con el grupito actual del PP, no sabemos si por generosidad de sus miembros o más bien por algún tipo de interés.
Pero volviendo a la foto, la cara de uno de los concejales constituye todo un poema en una postura que tardará mucho en superar: la mirada al suelo. La misma postura que adopta últimamente al pasear (o al menos es mi percepción), quizás para no encontrarse con esa parte de las personas (incluso de los políticos) que nunca miente: sus ojos.
Luego, por la tarde, en una de esas convocatorias que hacen los políticos para salir en la foto, volví a verlo en la antesala, con la misma mirada pero intentando hacerse hueco entre aquellos mas fotografiados. En definitiva, buscando de nuevo un lugar que había perdido en una jugada malabarística en la cual, resulta muy dificil explicar el tirabuzón realizado, pese a que en política parece que son válidas hasta las explicaciones inexplicables.
Así en declaraciones comentó que era el punto final a una triste situación política mierense, como si, antes de ser dignas o indignas, las situaciones fuesen alegres o tristes y él no hubiese tenido arte ni parte en la situación. Quizás la referencia al espectáculo -casi habitual- le llevó a utilizar esos calificativos y ese análisis. Total, el precio lo justificaría.
Dicen los que estudian la evolución del ser humano, que en nuestra etapa de primates, no sabíamos mentir, nuestro desarrollo intelectual todavía no había aprendido. ¡que pena no haber vivido aquella época!¡Cuantos disgustos nos hubiésemos ahorrado¡ . En cualquier caso, algo quedará de aquél momento evolutivo y antes o después pasará la factura a muchos, entre ellos un alto porcentaje de políticos. Solamente pido poder ser testigo
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