Qué eficacia del Ayuntamiento de Oviedo
Como es habitual por estas fechas, me disponía a arremeter contra el Principado de Asturias y sus autoridades educativas por la malsana tradición que tienen de dejar un mes sin profesores de algunas materias a un buen número de los alumnos a su cargo. Gracias a Dios este año he optado por la vía caritativa y la crítica constructiva, que me ha servido en bandeja el Excmo. Ayuntamiento de Oviedo que, en tiempo récord y con un "savoir faire" incuestionable, ha restablecido el orden constitucional (otros de más al sur deberían también tomar ejemplo) tras el gravísimo incidente que supuso, como consecuencia de un acto vandálico, la aparición en el centro de nuestra ciudad de varias banderas nacionales con motivo de la cuestionada y cuestionable fiesta del 12-O. Por ello, administradores de la cosa pública ("res publica") del Principado, envíen sin dilación un emisario al Ayuntamiento de Oviedo para que sea instruido en las artes del buen gobierno y que éstas sean trasladadas a la Administración autonómica. No obstante, seamos justos y misericordiosos, rompiendo una lanza a favor del Principado y abundando en la abnegación de la Administración local: hay que reconocer que no es comparable el hecho cotidiano y asumido de tener a unos escolares (cuyos papis y vecinos pagan sus impuestos) sin profesores, con la alarma social que genera la aparición de unas banderas nacionales. ¡Faltaría más!
Manuel María Mahamud López
Oviedo
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