¿Incendios provocados?
¡Claro que sí! Por ustedes: gobiernos, alcaldes, ecologistas y animalistas.
Cuando se denuncia sobre un suceso de esta envergadura, hay que tener pruebas. ¿Cómo los vecinos del lugar, a sabiendas que corren peligro ellos, su familia, bienes y animales, van a ser los incendiarios? Salvo algún pirómano pirado que pudiera existir.
Los incendios de esta dimensión, si se dan cuenta, aparecen en días señalados después de días sin lluvia, secos, calor y si añadimos el viento, estaremos haciendo la hoguera perfecta por donde mejor calcina el fuego: entre la maleza y bosques protegidos para el refugio de las alimañas.
Sin descartar pirómanos, que seguro alguno hay, lo que está claro es que la maleza y montes sin hacer limpieza y quemas controladas se convierten en esa fogata de resultados que pueden llegar a ser fatales ¿por qué no dejan limpiarlos, porque no los limpian y queman controlado como siempre se hacía? ¡Yo se lo digo! Porque, quieren proteger los osos, lobos, jabalíes, urogallos, etc. por encima de las familias que ahora se quedan sin nada por su culpa. Sin darse cuenta que puede que una quema así acabe con muchos más animalitos salvajes con sus guaridas y crías que si fueran quemas controladas o limpieza obligada. Lo cual, lo que les parecía correcto se convierte en el único resultado en manos de ineptos: La fatalidad.
Hay un tema que deben disponerse a penalizar fuertemente: Los cigarrillos tirados al suelo sin apagar. Se hace desde los coches, todoterrenos, caballos, caminando o en bicicleta; se tira la colilla en una carretera por la ventanilla, con este viento, la convierte en tea volando a kilómetros monte arriba o abajo, cómo son muchos los fumadores, al ser coches nuevos no los apagan en el cenicero, ahí tienen los focos de inicio que no se explican el cómo es posible que empiecen en varios puntos diferentes a la misma vez, tantos puntos cómo imprudentes tirando colillas sin apagar.
¿Cuántas veces van detrás de un coche y ven salir disparado incandescente y revolotear las chispas del cigarro por la carretera? ¿Verdad que les ocurrió a todos? Pues con toda seguridad ese es el verdadero mechero incendiario. Añadiendo que donde antes eran pastos para ganado doméstico, se convirtió en maleza y bosque para protección de sus bestias salvajes.
¡Pero, ya! Empiecen a predisponer un plan para evitar que un día los incendios golpeen de nuevo como lo están haciendo actualmente. Lo que está claro, es que la protección excesiva de la fauna salvaje, el abandono de pueblos y ganadería, la cachaza de nuestros gobernantes en no disponer de brigadas de limpieza y prevención, y el no mostrarse contundente a imponer multas severas a quien tire cigarrillos al suelo sin apagar; traerá tragedias aún mayores.
Empezar a trabajar ¡sí! a trabajar, que son una banda de mangantes la mayoría, se meten en política para sestear, cuando debieran romperse cada día la cabeza buscando el mejorar la vida de todos los ciudadanos y dejar mientras del lado la defensa a ultranza de las bestias salvajes. Hoy son los incendios, mañana serán los pactos, pasado las pensiones, otros día los salarios, empleos, vivienda, dependencia, mayores, energía e impuestos acordes a las posibilidades, etc. todo eso, debe tenerlos entretenidos a todas las horas, en vez de observarlos folgar.
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