Nosotras también somos personas
Los coches son de niños, las cocinitas son de niñas, ¿qué te pasa?, ¿tienes la regla?, no vayas sola de noche, ¿la violaron?, ¿qué dijo?, ¿cómo iba vestida?...
Son muchas las veces que escuchamos estas expresiones en nuestro día a día pero ya están normalizadas, pasan desapercibidas, hacemos como que no oímos nada y seguimos con la conversación.
Si nos fijamos bien, todo gira en torno al machismo, desde nuestra propia lengua hasta el cartelito de los baños en el que aparece una mujer cambiando los pañales de su bebé. ¿Es que un hombre no puede realizar esta tarea? ¿Por qué no hay cambiadores en los sanitarios masculinos?
Estamos hartas de encender la televisión y ver anuncios de cocina y limpieza representados por mujeres. En cambio los anuncios de automóviles y deportes están reservados para hombres.
¿Por qué una situación tan común como ir sola por la calle nos da miedo si es de noche? ¿Por qué no podemos ir con la seguridad de que no pasará nada? ¿Y si ocurre una violación? A día de hoy, en lugar de que la culpa recaiga totalmente en el violador, se sigue teniendo en cuenta la largura de una falda o el escote de una blusa.
No queremos que nos compadezcan, sólo pedimos que respeten nuestra dignidad y nuestros derechos como lo que somos: personas.
Sara Aragón Rodríguez, estudiante, Avilés
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