Cantinflas en Catalunya
He vivido el cine de una manera intensa desde muy temprana edad. Uno de los personajes favoritos de mi niñez y adolescencia fue "Cantinflas". He disfrutado mucho con éste personaje. Más allá de su indumentaria, lo que me atrapaba era su "discurso" como técnica para salir de sus embrollos, sin decir nada. Con el tiempo le salieron muchos imitadores en todas partes del mundo, pero nadie como él para conseguir de nosotros una permanente sonrisa desde el inicio del film hasta que aparecían los créditos finales.
He recordado estos días a Mario Moreno "Cantinflas" desde Londres, porque ha sido desde esta ciudad, donde me ha tocado vivir lo que la mayor parte de los analistas calificaban como días históricos, en especial el 10 de Octubre, en la que Catalunya se convertiría en un nuevo Estado en Europa. Así salí de España el día 6 convencido de ello y con muchas dudas sobre su efectividad, sobre cuáles serían la reacción del Gobierno de Mariano Rajoy y de Europa.
Confieso que no fui capaz de vislumbrar "la traca final" del vodevil en forma de cantinflada (con permiso de mi añorado Mario Moreno), que el Gobierno de Puigdemont había montado desde que ganó las elecciones autonómicas en Septiembre de 2015 y que marcó su hoja de ruta hacia la independencia con el apoyo parlamentario de la CUP, partido en las antípodas de su ideología.
No sé, si la "traca final", fue el final lógico de una hoja de ruta diseñada por un guionista "acantiflado" (permítaseme el neologismo), o respondía a las presiones de última hora del mundo económico, empresarial o del propio Consejo de Europa sobre las consecuencias de una Catalunya independiente. Es difícil, hacerse a la idea de que los responsables políticos catalanes fueran ajenos a todo esto. No me cabe en la cabeza que la "borrachera" por sentirse en su "Arcadia soñada" les obnubilara la mente y el sentido común político para no tomar en consideración las previsibles respuestas del otro lado de la mesa. Me inclino a pensar, como ya he señalado en otro momento: "¿Qué es lo que prevalecerá en el complejo mundo de Juns pel Sí? ¿Conseguirán triunfar las tesis de los que "sólo" pretendían llevar al Estado a sus límites para poder negociar con ventajas un modelo similar al Vasco? ¿O triunfarán las tesis de "ahora o nunca", la República Catalana independiente? El sueño de la CUP, ANC y "mniu Cultural, para lo que vienen trabajando incansablemente ya que tienen mayor capacidad de movilización en la calle y manejan como nadie el principio de "Acción-reacción-acción".
España, pocas veces ha sido noticiable en el Reino Unido, por ello me sorprendió que abrieran sus noticieros con reporteros desplazados a Barcelona, imágenes, debates y entrevistas sobre Cataluña. Pude comprobar, que por unos días, fue la noticia que más minutos ocupó en los canales británicos. El día 10 por la tarde, un especial informativo de la BBC, conectó en directo para informar sobre la proclamación de independencia. Ni el reportero especialmente desplazado a Barcelona, ni los tertulianos presentes en la BBC, daban crédito a lo sucedido, no entendían nada. Conscientes como eran que sólo un parlamento tiene potestad para proclamar hechos como el que se dispusieron a transmitir, se encontraron con la doble "cantiflada" de Puigdemont: Su declaración institucional en la sede de la representación popular, El Parlament, donde durante 8 segundos enardeció a las masas (que por fin sentían haber llegado a la Arcadia soñada) para luego decirles que van a tener que esperar, (las imágenes de la decepción en la calle son impagables) y luego, de una manera solemne (pero en la trastienda del Parlament), firmar y hacer firmar a sus afines un documento semiclandestino sobre su voluntad de ser "un país independiente en forma de república". Demasiado para la mentalidad británica, por lo que supongo que la carta de Rajoy a Puigdemont, preguntándole si había declarado la independencia, ni siquiera la habrán comentado porque ya entra en los terrenos de Gila y a éste sí que no lo conocen, porque el humor británico no es de éste mundo.
Reconozco que he tardado mucho tiempo en entender eso "de hacer las cosas a la catalana" (repetido cansinamente por Junqueras, Puigdemont, Mas)...al parecer era esto.
Los británicos no conocen a Cantinflas, su referente es Charlot, por ello, creo que todavía están descifrando el enigma del culebrón catalán, mientras tanto los herederos de Tarradellas han despreciado el consejo de su referente histórico: "Lo importante es no hacer el ridículo".
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