Basta ya de Manolín
Soy una lectora habitual de este diario, y siento vergüenza de que durante tres días aparezcan noticias sobre la muerte y entierro de Manolín.
¿No hay nada más importante para rellenar las hojas de este periódico?
Desde hace un tiempo, parece que a los redactores se les ha acabado la imaginación.
Pero volviendo al tema de Manolín, ¿cómo se puede estar ensalzando a una persona que el único mérito que tiene es el haber sido un delincuente, vendedor y consumidor de droga?
Muchas personas, cuando pasábamos por la calle Uría, teníamos que esquivarlo para no escuchar sus insultos, y ahora tenemos que con nuestros impuestos pagarle el entierro.
Se mueren a diario médicos, enfermeras, maestros, investigadores, etc., personas que han sido ejemplo de dedicación y ayuda a los demás, y nadie escribe una línea para recordarlos.
Cuántas personas que han trabajado y cotizado durante toda o parte de su vida llegan al final sin recursos y nad¡e se preocupa de cómo o dónde los van a enterrar.
Es bien conocido que con la crisis ha aumentado las donaciones de cuerpos a la Universidad, por carecer de recursos para enterarlos. ¿Dónde están los samaritanos para pedir en este caso entierro gratuito?
Lo que este periódico pretende es un mundo al revés, arrastrando a una serie de personas, que no tienen otra cosa que hacer que manifestarse, para que el Ayuntamiento le pague el entierro.
Pues a mí me parece denigrante que se usen mis impuestos para esto.
Si tanto aprecio le tenían, que lo hubiesen llevado a su casa, y lo rehabilitasen si esto fuera posible, o bien que le paguen el entierro de su bolsillo.
Me produce coraje hasta perder mi tiempo en este escrito, porque es dar aún más que hablar sobre el personaje.
María Luz Fernández Álvarez
Oviedo
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