Rufo, Manolín y Uviéu
En Oviedo se resalta y estima a la raza canina casi por encima de las personas. Solo observar en un día cualquiera sus aceras, calles y parques repletas de perritos con sus dueños entusiasmados y enamorados de la baba y otros excrementos que siembran de un perfume irresistible por todos los rincones de esta bella ciudad. La plenitud del éxito canino en nuestra ciudad la representan la confluencia de las calles Uría y Doctor Casal, donde tal "señor investigador y salvador del mundo" se asienta la estatua de un perro, no un perro salvavidas o con otro tipo de mérito a despuntar, sino un perro vagabundo sin más.
Creo, sin error a equivocarme que nuestra capacidad de idiotizarse se entremezcla con la reflexión y el sentido común, de lo contrario no se comprendería elevar a los altares a un perro callejero, otorgándole los honores de recuerdo y personaje excepcional.
Lo mismo está a punto de merecer un vagabundo (Manolín - Q.E.P.D.) sin entrar en si fuera drogadicto, camello, delincuente o muy buena persona. Tiene toda la razón Mari Luz en su carta ¡ya está bien de Manolín! Si tanto le adoraban ¿cómo es que no le acogieron en su casa y le regeneraron antes de morir para tuviera una vida más digna y no una muerte admirable?
No sé si muchos mereceríamos ni siquiera haber nacido, pero lo que no hay duda es que en Oviedo están dispuestos nuestros ediles a superar cualquier imaginación por surrealista que fuera. Lo vimos con Rufo, con los circos, la cabalgata y todo cuanto le vemos discutir en sus plenos. De los mediocres sólo podemos esperar mediocridades. No esperen que den soluciones a los problemas reales, los urgentes, esos que mejoran la calidad de vida de las familias del lugar.
Son un desperdicio de tiempo y dinero; donde está por delante el cambiar la toponimia de calles, pueblos e incluso el nombre de nuestra capital, proteger a los animales e incluso ponerles estatuas, que trabajar por las personas que lo están pasando fatal: parados que sufren el olvido de sus administraciones. Viudas y pensionistas que sobreviven y ayudan a quienes ellos ignoran, entregando lo poco que tienen a hijos y nietos sin recursos ¿no estaría mejor un reconocimiento a estos hombres y mujeres que después de una vida dedicada al trabajo, cuando se disponían a pasar sus últimos años de vida tranquilos con su mísera pensión, ahora por la ineficiencia de ustedes políticos de pacotilla, tienen que sacrificarse aún más? ¡Tenía que caerles la cara de vergüenzas! Qué decir de los salarios de miseria y contratos precarios. Madres y padres que se las ven y desean para compaginar su horario de esclavitud con guarderías imposibles, comprar libros, pagar matrículas, vestir a sus hijos, darles de comer, etc. Dependencia. Listas de espera en nuestra sanidad. Etcétera... Qué decir de mejorar la vida en la zona rural de Oviedo, la solución inmediata a la cobertura de las redes, transportes, aceras, centros sociales, guarderías, etcétera... para eso, ustedes no están capacitados.
"Quien con niños se acuesta, cagado se levanta". En vez de bancos (que también), en vez de ponerse ahora (no toca) a cambiar la toponimia de nuestros pueblos y ciudad, miren que no tienen tarea por hacer: abran oficinas de apoyo y ayuda a parados y necesitados para darles esperanza e ilusión en mejorar su situación actual. En Cataluña tenemos parlamentarios dedicando el tiempo a sus sueños independentistas; aquí en Oviedo tenemos alcalde y concejales dedicándose a pamplinas sin exigencias de nadie. ¿Ustedes son conscientes de su inutilidad para esta sociedad?
José Viñas García, Oviedo
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