Verdades y mentiras sobre la independencia
Aunque lleva varios años el tema de la independencia, resurge con fuerza a raíz de que pillaran a los Puyol llevándose los millones y descubriendo las corruptelas que llevaban años haciendo y enriqueciéndose toda la familia con el dinero que robaban a los catalanes. Luego pillaron a Artur Mas y a varios otros, casi todos del mismo partido. Entonces, ¿qué se les ocurrió? Pues sencillo, Mas dimite de su cargo de presidente de la Generalitat y busca a un “pirómano” que le saque las castañas del fuego y lo encontró en el alcalde de Girona (independentista hasta la medula), lo aúpan a los altares y este a su vez encuentra a Oriol Junqueras, de ERC (un republicano venido a menos). Lo convencen y faltaba otro para tener mayoría, y como no podía ser de otra manera aparece la CUP (un grupo de descerebrados y anti-todo) y ya está a dar el salto.
Pero para llevar a cabo este “golpe” constitucional tienen que buscar a alguien más que agite las calles y enerve a las masas. Qué mejor que dos asociaciones, la ANC y Ómnium Cultural, no gubernamentales (pero recibiendo suculentas subvenciones, no para lo que fueron creadas, sino para que sean el motor y ejerzan la fuerza necesaria para movilizar a los activistas y a los confiados ciudadanos que les creían todo de buena fe). Esto bien mezclado, y con gentes que van convenciendo, más los independentistas que ya los había de siempre en Cataluña. Y para ser vistos, oídos y que le coman el coco a la gente tienen a la TV3-radio catalana, que sabe manipular y mentir, porque es otro nido de independentistas. Con estos mimbres se creían ellos que conseguirían la independencia, la República Catalana y la separación de España.
Y así, a modo de resumen rápido, se construyó todo. Se habla de la independencia todos los días y a todas horas, y que la gente y los tribunales se vayan olvidando de la corrupción de Cataluña, estos Mas, Puyol, Palau, el 3% y los otros corruptos se retiran de la vida pública e incluso le cambian el nombre a los partidos políticos de siempre (hay que dar buena imagen) y que les hagan el trabajo sucio los otros. Y ¡viva la independencia!
Desde el Govern y los partidos que los apoyan empiezan a contar mentiras y a decirles a los que querían escucharles que quieren para Cataluña y sus ciudadanos lo mejor. Y quieren construir una sociedad más próspera, más justa, más segura, más sostenible y más solidaria. El texto también incluye una primera batería de medidas a nivel económico. Y además de añadir una y otra vez el “España nos roba”.
Con estas buenas palabras llegaron a mucha gente y trabajadores que no se dieron cuenta del engaño y de que “nadie regala duros a peseta”. Siguieron apoyando a estos embaucadores independentistas y llego el día del fracaso. La independencia y la República Catalana no es posible en un estado de derecho democrático y con una Constitución que en ningún artículo contempla la separación de una comunidad, ni porque lo digan los que tienen mayoría en el Parlament, ni porque lo digan los que les apoyan, según dicen unos dos millones de personas. La mayoría, como dije antes, engañados, y montan el circo de las elecciones el día 1 de octubre haciendo una pantomima de votación, con urnas de los “chinos” y en algunos casos algunos votaron varias veces. Luego hicieron un simulacro de recuento de votos, en la calles, iglesias, conventos y en algunos colegios públicos, para dar imagen de seriedad. Yo no he visto más ridiculez y más esperpento que a estos semi-independentistas. Por otro lado, los “Sí” de los votos ya los tenían contados unos días antes, dos millones y pico.
Y como no podía ser de otra manera, salieron a las calles a celebrarlo. Habían ganado y había que declarar la independencia, pero pronto las reacciones a su inconsciente acto les devolvería a la realidad, las grandes empresas, banco catalanes de toda la vida cambiaban sus sedes se marchaban de Cataluña (a día de hoy, unas 1.600 lo han realizado) y no está cuantificado la cantidad de nuevas inversiones, no únicamente internacionales sino incluso nacionales, que se estaban estudiando y planificando montar en Cataluña que ya han desechado esta posibilidad y esas oportunidades no vuelven.
Y así muchas empresas. El ambiente nacionalista es duro de llevar, además unido a grupos antisistema y anticapitalista. Es una lástima que las pequeñas pymes tengan que soportar este mal ambiente generado durante tantos años. Cataluña no se merece estos políticos de exclusión social y resentimientos a España.
Por otro lado ¿qué paso con el referéndum que hicieron los separatistas e independentistas en Quebec? En ese caso, las empresas no se fueron de Canadá, pero sí de Quebec, que pasó de ser la región más rica a una muy pobre, donde se ha afincado la miseria y el paro. Por desgracia, queda mucho que hacer y demasiada incertidumbre. Me temo que unas elecciones autonómicas en Cataluña sin una depuración de elementos perniciosos “no va a ser una solución definitiva”. Es más, ¡ni siquiera con eso lo veo nada claro! porque han existido demasiados años de adoctrinamiento y mentiras.
No se dan cuenta que un mundo globalizado como el que estamos que las decisiones económicas van reguladas por el BCE y el FMI, poner fronteras y vallas es totalmente inadmisible. La diversidad de las culturas (idioma, costumbres, etc.) es enriquecedor, la separación y el independentismo es empobrecedor. Y tendrían que explicar cuáles son los intereses reales de haber llegado a esta situación totalmente suicida por parte de algunos de los miembros del parlament de Cataluña, que iniciaron y ejecutaron los días 6 y 7 de septiembre de este año.
Faustino Gómez Pérez, Gijón
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