Una hermana a medias
Hola, esto no es una carta basada en el tema actual del que todo el mundo habla, ni en agradecimiento a alguien por hacer su labor, o para quejarme de si las aceras están rotas y cada día tropiezan cien personas. Para nada. Sólo vengo a cuestionaros algo breve, y sencillo.
Imaginad por un momento que vuestro hermano, o hermana, a quien tenéis tanta rabia porque os lleváis viendo todos los días del año, y discutiendo por tonterías, fuese vuestro hermano pero a medias, y de lejos. Sí, como lo leéis. Hermano de una parte, cada uno en su casa, os veis de Pascuas en Ramos, y nunca mejor expresado. No discutís, no os pegáis, no os quejáis por tonterías, no compartís juguetes, ni apenas fotografías, ni tenéis casi recuerdos en común. No vais juntos a nada, no os pueden llegar a confundir los nombres, o sacaros parecidos porque no os encontráis en el mismo habitáculo ni por la más remota casualidad. ¿Triste? ¿O quizá os alegra? Pues yo os respondo a ello. Ojalá nunca os toque vivir esa dura experiencia. Y sí, es dura, por no usar otro vocablo comúnmente utilizado entre todos de manera soez. Ojalá nunca penséis que es bueno no saber si tu hermano/a ya ha hecho su vida fuera del nido. Si tiene fotos tuyas en su nuevo hogar, para acordarse alguna vez de ti, como quien se acuerda de familiares difuntos, que han estado pero, se han ido, igual que yo me he ido de tu vida no porque me haya muerto, sino porque tú me mataste. Fuiste apagando lo poco que teníamos, poco a poco, año tras año, hasta llegar al punto de no saber nada la una de la otra.
Os deseo que nunca lleguéis a ver como un familiar tan cercano se va alejando de ti, sin imponerse, sin poner freno, dejando que el río siga el curso equivocado, llegando a parar finalmente en el olvido.
Os lo dice alguien que, por desgracia, ha sido apartada de la vida de su hermana por ella misma, la cual hasta hace poco quería tanto, pero ahora ya no queda nada de ese afecto, porque ella mismo lo apagó, como si de una vela se tratase.
Si tenéis hermanos, cuidadlos, porque a mi no me han cuidado. Y me acabé yendo.
Isabel Ojeda Alonso
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

