La plantilla del Real Oviedo
Una vez llegados a esta altura de la temporada, ya se puede analizar de forma tangible la situación del Real Oviedo. Nos encontramos en el mismo sitio que la temporada pasada. No me refiero a puntos ni a clasificación, sino a la capacidad de la plantilla. Ésa es la cuestión: la plantilla. El responsable de la planificación tanto del año pasado como de éste, según sus propias palabras, ha sido Ángel Martín, entiendo yo que con la aquiescencia de Joaquín del Olmo. ¿Qué diferencias hay entre ambas plantillas? ninguna. Las dos son planas, con los mismos defectos, unas carencias técnicas, tácticas, físicas y de carácter alarmantes. No quiero decir que los jugadores no se esfuercen; al contrario, lo dan todo y más, pero ése es el problema: que tienen muy poquito. Esta plantilla, como la anterior, está hecha a imagen y semejanza de Ángel Martín, no de los entrenadores. Por eso tanto Hierro, el año pasado, como Anquela, en el presente, no cuentan con parte de los jugadores fichados, y se han quejado ambos de lo mismo: no tienen sangre, no tienen carácter. Por otro lado, en la grada en donde mis amigos y yo vemos los partidos, a nuestro alrededor no paramos de escuchar, partido tras partido: “Es inexplicable que Diegui no sea titular”, “El portero es un peligro”, “La defensa es de verbena”, “No hay nadie que cree juego en el centro del campo” (esto se escucha desde el ascenso de 2.ª B), “¿Cómo puede jugar Owusu, con ficha del filial, en lugar de un chaval del Vetusta?” Sobre este chico, Miguel Ángel Martín dijo que era una apuesta; señor mío: las apuestas, en el bingo, o en el casino. “¿Cómo se puede fichar a Valentini teniendo a Prendes en el Vetusta, que el día que jugó en la Copa le dio un repaso al susodicho?, ¿cómo puede jugar Rocha en lugar de Edu Cortina?”. Todo esto no sólo lo digo yo, se escucha en la grada. Señor Anquela, usted dijo esta semana que al chico, Edu Cortina, le faltaba todavía un poquito para estar en forma, y resulta que juega con el Vetusta. Usted, si no empieza a tomar medida drásticas, será también cómplice del desastre que se avecina. Es obvio que al entrenador no le gustan ciertos jugadores fichados este año, porque no son de su perfil de futbolista o por lo que sea. Entonces ¿cómo es posible que no se tenga en cuenta la opinión del entrenador para fichar? Ha dicho también Ángel Martín que de todas las primeras opciones para fichar no han podido contratar a ninguna. Con uno de los topes salariales más altos de la categoría, ¿es eso posible?, ¿o es que hay una incapacidad para negociar? Decir: “Hay que aprender de los errores”, y “Con la calidad de la plantilla saldremos adelante” es vivir en una realidad virtual paralela, frase tan de moda por mor de los golpistas catalanes. Ahora a fichar otra vez en enero, como siempre. Como dije al principio, estamos en el mismo sitio del año pasado: si echas a diez jugadores y traes a otros diez para sustituirlos y encima no son mejores, te quedas en el mismo sitio. Creo que es de perogrullo. A veces, en el fútbol dos y dos sí son cuatro.
Luis Prida Alvareda
Oviedo
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