El secesionismo sigue a lo mismo
En 1978 la CNVE (Confabulación Nacional de Vivos Españoles) decidió que ni prórroga, ni penaltis, ni gaitas de tiempo límite para decidir la victoria. A partir de ese momento la eternidad de sus intereses estaría refrendada por la eterna duración del partido. Nació el Estado de las autonomías.
Ahí está el Gobierno, un gobierno más arbitrando el partido interminable. España contra 17 autonomías. Claro, algunos del equipo contrario hasta puede parecer que están vendidos, pero por supuesto que no es así. Simplemente no dan la talla y no pueden formar un equipo competitivo, de manera que lo que quieren es que sigan jugando los Messis y Ronaldos que les dan vida.
A pesar de todo, el árbitro es el que corta el bacalao, pero sigue la línea trazada. Difícilmente se le pueden dar más y mayores motivos para suspender el partido. Y que no.
Ninguna ilegalidad será erradicada. Los delincuentes seguirán teniendo a su disposición todo el veneno que les alimenta y podrán, y seguirán haciéndolo, seguir ejerciendo de lo que son.
No, no. Qué va. Que ya han metido a unos cuantos en la cárcel (provisional). Jajajaja... Lo único que han hecho es cambiarles el paisaje que se ve desde la ventana de su nueva oficina. Pero siguen haciendo lo mismo que hacían y con los mismos medios a su disposición. Y ahora de manera mucho más notable y efectiva para sus intereses. A día de hoy se ha incrementado sustancialmente el número de sus seguidores. De ahí que no se haya esperado al 22 de Noviembre para meterlos presos, ya de forma definitiva.
España no puede ganar. El partido debe continuar.
Marino Iglesias Pidal. Gijón
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