Preocupante cambio climático
Fue el tiempo que tuvimos unas semanas atrás caluroso, con altas temperaturas, sin lluvia, con una gran sequía que estaba dejando los pantanos reducidos a su mínima expresión. Problemas de toda índole, sobre todo de contaminación atmosférica o envenenamiento del medio ambiente, que está resultando preocupante y de una extrema gravedad. Sobre todo en las grandes ciudades como, por ejemplo, Madrid, donde no saben qué medidas tomar ya para combatir la gran contaminación que allí padecen, que se puede decir que hasta se mastica y paladea. Como consecuencia, esa contaminación está afectando a la salud de las gentes, sobre todo de las personas mayores.
El cambio climático que se está produciendo es asombroso y preocupante, y de continuar así tendremos también un invierno sin frío y sin lluvias y nieve, peor aún que el anterior. Claro que es preocupante, porque lo altera todo y las enfermedades serán más y mayores, más graves, quizás hasta epidémicas y de mayor mortandad. Y en lo que al deporte blanco se refiere, será la ruina de las estaciones invernales, hostelería y de todo aquello que vive de la nieve. Catastrófico. En esto sí que todo tiempo pasado fue mejor. Los inviernos lo eran de verdad, con nieve desde noviembre hasta casi junio, y terminaba uno fartucu de esquiar, en Pajares o donde fuera, deseando colgar aquellos pesados esquíes de madera hasta otro invierno.
Se dice que el cambio climático es debido a que llegará un día en el que no habrá diferencia alguna entre el invierno y el verano. ¡Toma del frasco, Mariano!
Si esto va a ser cierto, todo el mundo se vestirá igual, descocadamente y hasta en porrica. Por ejemplo, las mujeres esquimales tirarán sus trapos y sucias pieles y se pondrán minifalda, lo que hará que sus hombres se caigan de espaldas. En Groenlandia, Laponia y demás andurriales nórdicos, el vodka será desplazado por la sidra asturiana, que se beberá hasta en las Bahamas, al igual que la fabada que se comerá en Indonesia y Caborana. Nada, que sería un mundo igual, caluroso y tropical.
Bromas y pareados aparte, sí que es preocupante este cambio climático y quizás ello no sea más que un castigo de la madre naturaleza, porque los humanoides somos sus depredadores y estamos convirtiendo este planeta Tierra en un gran montón de mierda. Y discúlpeseme, por favor, esta palabreja, porque mañana va ser muy cierta. Ya casi lo es hoy, para nuestra vergüenza.
Ricardo Luis Arias
Aller
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