Dos "rufianes" en el Congreso
Últimamente estamos asistiendo a través de la televisión y otros medios de comunicación a las esperpénticas intervenciones en el Congreso de los Diputados de dos de ellos, pertenecientes a la formación política catalana cuyas siglas son ERC. Si digo últimamente es porque esto ocurre desde que se desencadenó la crisis en la citada comunidad autónoma. Eso no quita que anteriormente no hayan tenido otras desafortunadas intervenciones.
Se trata de los diputados Joan Tardá y Gabriel Rufián. Ambos son primer y segundo portavoz de la citada formación política. Aquí se podría aplicar el seudónimo para ambos que en Asturias se emplea para nombrar a una pareja como “Mingo y Teresa”, o si lo prefieren llamarlos “el Gordo y el Flaco”, aunque finalmente podrían ser “Mortadelo y Filemón”. El caso es que tienen su propio guión, que, entre otras cosas, maldita la gracia que hacen. Si ambos tuvieran que ganarse la vida de payasos, seguro que se morían de hambre. El segundo portavoz es el genio de la pareja seudocómica, el que lleva artilugios para hacer sus gracias ante el resto de sus señorías. Primero se presentó con una impresora digital para recomendarla a los votantes de Cataluña como solución para confeccionar las papeletas para el supuesto referéndum del 1-O en su casa. Lo cierto es que esta solución ya la había propuesto el propio Gobierno catalán. Lo que este subnormal quería era mostrarle a la vicepresidenta D.ª Soraya es que con la impresora se podía celebrar el referéndum, ya que ninguna imprenta se había comprometido a confeccionar las papeletas para el mismo. Su último esperpento ocurrió el pasado día 15 de noviembre, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Exhibió un juego de esposas de las que utiliza la Policía para el arresto de delincuentes ofreciéndoselas al Sr. Rajoy para que se las pusiese.
Las gamberradas públicas de este personaje, que representa a una mínima parte de ciudadanos de Cataluña y resto de España, dan una idea de su escasa formación en educación, respeto y consideración hacia el presidente del Gobierno de España. A pesar de la gravedad de estos incalificables hechos, aún hay otro más grave: que su jefe de filas se lo consienta. Éstas son las propuestas que hacen los pupilos de Oriol Junqueras en las Cortes españolas, donde solamente se dedican a insultar a todos los españoles sin excepción, porque el insulto al presidente del Gobierno es al mismo tiempo para el pueblo. Aquí, el Sr. Tardá queda retratado porque él también forma parte de ese pueblo, aunque no lo quiera, por lo que debería cambiar el guión de sus intervenciones y proponer cosas más útiles para los ciudadanos. Estos desagradables hechos deberían ser sancionados por el Congreso con multas de índole económica a los protagonistas o aspirantes a cómicos que ya resultan muy pesados por su mal gusto. Los ciudadanos no pagamos los impuestos para que sufraguen los sueldos de esta clase de gentuza que lo único que sabe hacer es insultar a todo aquel que no piense como ellos, y que ocupen los escaños de una institución como es el Congreso de los Diputados que está comprobado que aborrecen o incluso odian. Esto es el futuro que nos ofrecen estos despreciables políticos radicales que no merecen representar a ciudadanos de buena fe, aunque siempre hay excepciones, porque los que jalean sus hazañas tienen sus mismos principios. Si no se cortan de raíz estos incidentes, cualquier día veremos a los diputados de ERC empujando una guillotina o una silla de ejecución de garrote vil hasta la Cámara baja para que se ejecute la sentencia que ellos dicten.
Ángel Muñiz Fernández
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

