Capote del PSOE a Caunedo
Abrir el periódico para desayunar es una operación de alto riesgo. El miércoles casi se me atraganta la magdalena y llevo dos días con ardor de estómago. El cabreo es tanto que he decidido quitármelo de encima escribiendo estas líneas. Como el panorama es tan turbio en todo el país, quizá a alguno le ha pasado desapercibido lo más cercano: el concejal socialista Ricardo Fernández haciendo ascos a las conclusiones de la investigación municipal del caso Aquagest, y votando con Ciudadanos para prorrogar la comisión, escudándose en el procedimiento judicial en marcha y en el supuesto rigor que le falta al informe.
Como ya hemos sido muchas veces traicionados y apaleados por los que se dicen “socialistas”, me pongo en lo peor: en que decidan, una vez más, adoptar el papel de tecnócratas de cuello blanco y nos dejen en la estacada. Y qué casualidad que esto vaya a pasar, precisamente, cuando se toca la columna vertebral del sistema que dicen querer cambiar: el de la corrupción en el uso del dinero público. Temo, porque la cosa tiene toda la pinta, que van a aprovechar la comisión de investigación del caso Aquagest para blanquear la figura política de Agustín Iglesias Caunedo, y para desgastar, de paso, a otra figura política, la de Ana Taboada. Es decir, la persona que, junto con los demás miembros de la candidatura de Somos, tenía muy claro que el objetivo final era desalojar al PP de la Alcaldía. Y para ello, no dudó en renunciar a ocupar el puesto que la lógica de “izquierdas” imponía si el PSOE se condujera como tal, votando para alcalde a Wenceslao López, en un gesto sin precedentes en todo el país. Qué revoltura. Cuando llego a este punto en mis pensamientos estoy a punto de aplicarme a mí mismo el código Ictus. ¿Qué país quiere tener el PSOE? ¿A qué juegan los socialistas, una y otra vez?
Pese a que sea amargo, tengo que reconocer que también la AMSO, que presentaba una trayectoria más limpia que otras instancias del PSOE, parece mantener la vieja línea a la que nos tiene acostumbrados la FSA: tapar la corrupción. Hay numerosos ejemplos en la Casa Consistorial que nos hacen ponernos en lo peor: un interventor general investigado y al que no se le abre expediente disciplinario; un jefe de servicio esperando juicio y que sigue en su puesto; tres laborales a los que pese a lo que dice de ellos la sentencia del caso Marea (que los exonera porque los supuestos delitos prescribieron) no se les abrió ningún expediente. Ahora, ponen cara de expertos y acaban (si las cosas siguen como parece) echándole un capote a Agustín Iglesias Caunedo, al que, de no ser por Ana Taboada, tendríamos de alcalde, pese a los sórdidos episodios que todos tenemos en mente. Qué indignación. Porque lo que veo debajo es, no sólo tapar la corrupción, sino enfangar todo lo que puedan la labor de Ana Taboada. ¡Qué mal lleva Wenceslao ser Alcalde gracias a Somos Oviedo después de bajarse los pantalones ante la FSA!
José María Estrada Janáriz, exsecretario general técnico de la Consejería de Medio Ambiente, exletrado del servicio jurídico del Principado de Asturias, Oviedo
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